Perdidos en Estados Unidos y con un inglés ‘mocho’... es una de las tantas aventuras que recuerda Aladino con su compadre Roberto Calero, quien falleció el pasado domingo tras presentar problemas de salud debido a una enfermedad renal que requirió una cirugía.

En aquel viaje debían llegar a Los Ángeles (LA), pero como el avión en el que iban hacía dos escalas, se bajaron en San Francisco. Mientras caminaban se dieron cuenta de que no había ningún letrero o anuncio que hiciera referencia a LA.

Entonces comenzó el reto de hacerse entender ante los extranjeros.

“Con mi inglés ‘turro’ y mi Oh my God (Oh Dios mío) tuvimos que comunicarnos con las personas y que en la aerolínea nos dejaran ir en un avión de regreso”, manifiesta entre risas el intérprete de ‘Penas’.

Con su compadre iban a todas partes, tanto así que compartieron habitaciones de hoteles 5 estrellas, así como otros donde veían las estrellas en el techo, por los huecos, de lo viejos que estaban.

“Lo disfruté en vida, trabajamos, reímos y cantamos. Hicimos el proyecto Invasión Rockolera con otros exponentes de este género musical y grabamos juntos el tema ‘Perdón’, hace 28 años”, dice Aladino. Agrega que para grabarlo pasó un fin de semana inolvidable en la tierra de Roberto (Vinces).

Su partida

El artista describe la muerte de su ‘panita’ con una tristeza inmensa, pues dice que queda un gran vacío en la música.

“Ya no lo tendremos físicamente con nosotros. Para sus fanáticos, colegas, familia, amigos y en especial para mí, deja un profundo dolor. La rockola está quedando huérfana y ahora tiene un artista menos. Roberto está cantando con todos los grandes en el cielo”, dice.

El guayaquileño explica que la trayectoria del ‘Bohemio y bacán’ (título de una de sus canciones y como se lo conoció) fue exitosa.

Dejó 50 discos de 45 RPM (revoluciones por minuto) y otros 16 compactos. En escenarios nacionales e internacionales alternó con Daniel Santos, Lucho Barrios, Alci Acosta, Rodolfo Aicardi, Tito Cortés, Pedrito Otiniano, Orlando Contreras y otros.

Quedó pendiente

No fue al velorio de su ‘pana’ de más de 40 años, pues debido a la restricción vehicular no podía circular y menos viajar a Vinces, pese a eso destaca que no se siente mal, pues sabe que disfrutó bastante con Calero.

“A los amigos los disfruto en vida (...) lo único que nos quedó pendiente fue un viaje de trabajo a Francia, Europa, pero por la pandemia no se pudo hacer”, finaliza.