El levantamiento de pesas volvió a dar una alegría olímpica. Tamara Salazar se sumó a su amiga Neisi Dajomes como las mejores en la especialidad, y junto al ciclista Richard Carapaz son los dueños de las medallas tricolores en Tokio.

La halterista de Pusir Grande (Carchi) demostró en la plataforma olímpica de Tokio su fortaleza y potencial para alcanzar la presea de plata en la categoría de 87 kilogramos. “Estoy contenta con todas las buenas vibras que recibí del país, con todos quienes me han acompañado en este proceso para que pueda llegar aquí, porque a pesar de tantas adversidades lo logré”, afirmó la vicecampeona olímpica.

Fue el sello perfecto a un proceso que inició en 2018, brillando en el Mundial, con un bronce; fue tomando fuerza en los Juegos Panamericanos, donde se ubicó en el tercer lugar; y que tuvo el último impulso en el Campeonato Panamericano, donde se colgó una medalla de oro y dos de plata. Resaltó que “esa perseverancia me hizo llegar hasta aquí para vivir esta alegría indescriptible”. 

En Tokio cumplió su gran sueño, el que nació hace cinco años cuando por televisión siguió los Juegos de Río 2016, donde compitieron Alexander Escobar, su referente, y su gran amiga Neisi. Tamara confesó que “el peso de esta medalla significa todo el esfuerzo, todo el trabajo y toda la dedicación que le he dado a este deporte. Y aquí están los frutos”.