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¡Sueños de fútbol en Socio Vivienda 2!
Un árbol hace de ‘camerino’ en la cancha sintética donde la esperanza de tener una profesión en el balompié ‘pelotea’ cada día.
Estamos donde termina Guayaquil, en Socio Vivienda 2, considerada una de las zonas más ‘bravas’ de la ciudad.
Aquí también hay gente de la buena. Y mucha. Este un sector donde las ganas de salir adelante se encuentra en cada esquina, en una pelota. Pero por lo lejos que está ubicado, tiene pocas posibilidades de que la gente se acuerde de apoyarlas.
Precisamente a muchos de esos ‘peladitos’ aún inocentes y con muchos sueños, los encontramos en una cancha de césped sintético. Desde hace varios años, Carlos Macías, exjugador amarillo, creó allí una escuela de fútbol, algo que les tenga la mente ocupada a los pequeños y jóvenes del sector.
Macías llegó cuando la cancha era de tierra. Ya ‘bacán’, y verdecita, ahora se mantiene con la autogestión y el apoyo de exjugadores que le dan una mano en su proyecto.
Hay dos preparadores, Pedro Mina y Wellington Nazareno, que entrenan todas las tardes. En realidad lo que hacen es más como una ayuda social, y cuando alguien los apoya económicamente dicen “amén”.
GUINEITOS BAJO EL ARBOL
Mina es un entrenador cuya misión es que salgan a jugar a otra parte. Ve al fútbol como un instrumento para “sacar del mal camino” a los pequeños.
El sol está fuerte y para protegerse, se va con sus muchachos al ‘camerino’: un pequeño árbol junto a la cancha. Allí se sientan a descansar.
En las plantas que hay en los costados se dibujan los sueños de más de 100 ‘pelados’.
En ese mismo espacio, Nazareno le pone todas las ganas a los entrenamientos. Sabe que en cualquier momento uno de estos chicos puede salir a un equipo grande. Se tiene fe... les tiene fe.
Las lonas (zapatos) se confunden con los pupos que alguien les regaló. También hay camisetas de Barcelona originales y las falsetas, además de unos cuantos chalecos que Carlos Macías consiguió.
De unas fundas sacan los guineos y se los entregan a los chicos. Del buen potasio para recuperarse. Un detalle como ese no cae nada mal.
EL MENTOR Y SUS PANAS
Macías fue un volante de Barcelona en los 90. Licenciado en Educación Física y también entrenador, es el motor de la escuela de fútbol.
Tener amigos de canchas lo han llevado para que le den la mano, desde Helmut Moeller, José Cevallos, Héctor Pesantes, Melvin Zavala y Cristian Arreaga. Ahora está en planes contar con la presencia de la maestra de ajedrez Martha Fierro; ella ya dio el sí.
“Sé lo que es tener las ganas de ser jugador, de poder disfrutar de una cancha y tener un entrenador”, expresa Macías, quien está al frente del proyecto Liga Barrial Socio Vivienda 2 y la escuela de fútbol.
“Tocamos puertas y cuando se abren, qué bien. Pero también hacemos autogestión, organizando torneos”, comenta Macías.
Los chicos van a entrenar y no pagan ni un centavo; es más, se los motiva para que vayan todos los días.
AL AUCAS
Carlos Nazareno tiene 13 años, en este 2021 salió de Socio Vivienda 2 y se lo llevaron a probar al Aucas. Se quedó en el equipo oriental durante 4 meses y ahora está de regreso a la cancha que lo vio salir, hasta que se vuelva a abrir la Sub-14. Así como él hay varios chicos que han salido de este sector.
Para el profesor Mina es una alegría cuando los pequeños llegan a equipos profesionales.
Aquí se fabrican cientos de sueños tras una pelota, entre los zapatos de lona con huecos, los pupos y las camisetas de Barcelona, Emelec, Aucas e Independiente del Valle o el club que sigan.
Es Socio Vivienda 2, donde el fútbol puede ser el camino para salir adelante en la vida.