No son jugadores profesionales, pero tratan de ejercitarse como tal. Tres veces a la semana, desde las seis de la mañana, un grupo de alrededor de 25 personas llega religiosamente a una cancha ubicada en el norte de Guayaquil.

Su meta no es entrenar para integrar algún club profesional, sino para combatir el sedentarismo y eliminar los kilos de más, que ganaron durante la pandemia.

Ávidos de sacar el futbolista que llevan dentro, todos llegan puntuales y bien uniformados. Unos son abogados, directores de empresas, publicistas, vendedores de autos, entre otras profesiones.

Una vez dentro de la cancha todos trabajan al ritmo de Néstor Rodríguez, exjugador de Barcelona y actual entrenador de fútbol de la academia Amigos Club. 

Luego de la entrada en calor se vienen los trabajos con el balón: cascaritas, dribling con la pelota, pases a un toque y demás movimientos. 

Al final del entrenamiento, todos quedan empapados de sudor, pero con las energías repuestas para continuar con su jornada laboral. 

“Lo más duro de esto es levantarse antes de las seis de la mañana (risas). Luego del entrenamiento me voy ‘fresquito’ a trabajar”, dijo Enrique Mendoza. 

Mendoza, quien se desempeña como director zonal de operaciones del ECU-911, afirmó que este entrenamiento le ha permitido bajar algunos kilos que subió durante la cuarentena.

“Había subido unas cinco libras, pero con el trabajo que hacemos acá he regresado a mi peso ideal”. 

William Plúas, quien es consultor en una empresa de recursos humanos, es otro de los que llega puntual a los entrenamientos. Explicó que antes de llegar a este grupo hacía crossfit, pero que tras su clase de prueba quedó fascinado con la forma de entrenar. 

“Acá es más dinámico todo. Trabajamos la parte física, sudamos ‘full’, pero nos divertimos jugando fútbol”, dijo Plúas. 

Rodríguez, por su parte, indicó que esta academia tiene como finalidad mejorar la capacidad física de las personas, pero no con ejercicios que se realizan en cualquier gimnasio, sino mediante movimientos y técnicas con el balón. 

“Todos los que vienen acá lo hacen primero porque les gusta el fútbol. Muchos buscaban hacer algo más dinámico y eso ofrecemos en Amigos Club. Realizamos mucho entrenamiento físico, pero también ejercicios individuales y colectivos con la pelota”, afirmó Rodríguez. 

Actualmente, luego de la cuarentena, este grupo lleva trabajando alrededor de mes y medio y antes de ingresar todos se toman la temperatura y se rocían alcohol en las manos, como medidas de bioseguridad.