El Per aspera ad astra ´. No hay un solo estudiante que haya pasado por el Instituto Nacional Mejía y no tenga en su cabeza esta frase en latín. Ese mismo slogan, ‘por el camino áspero, a las estrellas’ es el que tiene en la mente Víctor Zambrano, que mientras se desempeñaba como médico en el Club América de Quito en 2019 y visitaba a los clubes más grandes del Ecuador, imaginó cómo sería ver a un equipo de su amado colegio en el fútbol profesional. Cuatro años más tarde se volvió una realidad.

Club Deportivo Patrón Mejía nació en 2021 y en esta temporada, en su primera participación en el torneo amateur de Pichincha, se consagró campeón al vencer en penales por 3-4 a Pato Gol, tras un empate sin goles en el tiempo regular, en un atractivo partido disputado el último sábado en el AFNA Arena, en San Carlos, al norte de Quito.

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La idea de Zambrano de crear un equipo que lleve el nombre y colores del Mejía solo podía calar en otros ex estudiantes de esta prestigiosa institución educativa de la capital, que, fundada en 1987 como el primer colegio laico del Ecuador, ha formado a varias generaciones con la particularidad de sembrar en sus alumnos un amor profundo y lealtad por el colegio, el cual permanece aún egresados.

Por eso, cuando Víctor soñó con el Mejía en el fútbol profesional, encontró el respaldo en otros exalumnos que por casualidad también eran parte del América. Uno de ellos fue Darwin Veloz, quien con su amplia experiencia en otros equipos, decidió tomar el reto de ser el entrenador principal.

A pesar de tener que empezar de cero, el plan siempre fue buscar el ascenso. A decir de Zambrano: “Un Mejía jamás tiene eso de solamente ser participante, en el Mejía nos enseñan a ser luchadores, por eso nuestro slogan. Desde que iniciamos el torneo fuimos protagonistas y vamos a seguir con el proyecto porque un gigante se une al fútbol ecuatoriano y este gigante tiene que llegar a serie A”.

El objetivo de subir de categoría lo habían conseguido tras vencer a Independiente JFA en la semifinal, pero no querían dejar a su hinchada sin el título y enfrentarían a un aguerrido Pato Gol, que los superó en el primer tiempo, aunque sin efectividad. Incluso, en la primera parte Patrón Mejía se perdió la opción de marcar a través de un tiro penal que Alex Ushiña ejecutó, pero fue contenido por el golero Javier Palacios.

En el segundo tiempo, Mejía controló mejor el partido y empezó a notarse el desgaste en Pato Gol, que parecía conformarse con el cero y querer llevar el partido a la resolución por penales. Un gran error, pues al frente del arco de Patrón estaba Gianluca Espinoza, que había demostrado gran nivel y sacaría su mejor versión intentando emular a su padre, Jacinto ‘Chinto’ Espinoza, quien desde las gradas había asegurado que su ´pelado ´ iba a atajar dos, tal y como sucedió.

Gianluca fue parte de los refuerzos de Patrón Mejía, que además tuvo en su plantilla a otros jugadores con trayectoria en serie A y B, como Santiago Mallitasig, Santiago Calle y Alex Ushiña.

LA BARRA

Curiosamente, la barra del Patrón Mejía tiene mayor tiempo de existencia que el equipo. Según contó a EXTRA Cristian Llirvi, uno de los líderes, mejor conocido como ´Sambo ´, la organización empezó hace 23 años, juntándose para alentar al Mejía en sus participaciones intercolegiales.

Pero el periplo en el ascenso de AFNA este año ha significado también el crecimiento de la barra en los últimos meses. Durante la final, de hecho, se tuvo que habilitar una zona más para los hinchas, que fueron 600 aproximadamente ese día.

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