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La guayaquileña durante una de sus prácticas. Empezó a los seis años; se retira a los 21.Archivo

Mylena Plaza, el retiro de la segunda raqueta del país porque "ponen en la selección a dedo"

La microtenista de 21 años deja el deporte "decepcionada" para radicarse en Estados Unidos, donde seguirá estudiando y trabajando. 

El anuncio tomó por sorpresa a más de uno. Que una de las principales raquetas femeninas del país en tenis de mesa publique su retiro “definitivo” a los 21 años, luego de casi 15 temporadas dedicadas a la disciplina, y con mucha proyección a futuro, salía de lo común.

“Con todo el cariño del mundo entrego a los niños y jóvenes de mi provincia y del país, todos mis equipos tanto de Guayas como de Ecuador de los últimos 4 años de competencias; muchos de esos uniformes jamás los usé... Hoy, doy fin a una carrera deportiva brillante que me dio demasiado, y ya con algo de madurez puedo decirles: Gracias, gracias a todos quienes formaron parte de este gran sueño llamado tenis de mesa”. Con esas palabras, el 15 de enero, Mylena Plaza dio el ‘gran salto’.

EXTRA ubicó a la deportista en Charlotte, Carolina del Norte, Estados Unidos, tierra en la que ahora radica y donde ya prevé planes a futuro, aunque sin el deporte a la vista.

Está tranquila, aunque con algo de pena por la decisión, pero era inevitable. “Salirme no fue nada sencillo. Lo hice porque no había apoyo por parte de la Federación Ecuatoriana de la disciplina. Las últimas competencias que disputé fueron unos torneos en Colombia. Se supone que apenas iniciaba el año (2023) debían llamar a un selectivo de mayores, los únicos en los que yo podía jugar por mi edad, pero ellos (la Federación), en vez de hacer torneos para escoger a la selección, metieron a dedo a la gente... No daban la oportunidad de competir para ser seleccionada. Es más, ni siquiera nos enterábamos, sino que cuando iba a ser la competencia conocíamos el equipo”, denuncia Plaza.

Todos los uniformes de los que se desprendió Mylena el 15 de enero.Cortesía

Campeona de Juegos Nacionales en todas las modalidades, múltiple medallista de oro sudamericana y latinoamericana, en 2016 Mylena llegó a ubicarse en el puesto #82 en el ranking mundial de la categoría U15, mientras que en 2019 fue campeona nacional absoluta y segunda raqueta del país en la categoría mayores. Hoy no ve en el deporte su futuro.

Federada hasta el final por la provincia del Guayas, la joven cuenta que la decisión no se dio de la noche a la mañana. En agosto del año pasado, viajó a Estados Unidos con un pasaje de regreso para octubre, pero eso último jamás sucedió. Con un título de tecnóloga superior en Contabilidad y Auditoría, y una segunda carrera de Negocios Internacionales en proceso, Plaza recibió la notificación de que podía seguir los estudios a distancia y no lo dudó.

Hubo lágrimas. Toda una vida dedicada al deporte se le pasó por la cabeza, pero tenía que hacerlo. “El tenis de mesa es amor, pasión, responsabilidad, disciplina. A mí me marcó... Si no hubiera sido por el deporte, no sería la persona que ahora soy”, añade.

Como “decepción”, califica el entrenar, demostrar que tiene el nivel y no ser considerada para competir en el exterior. “Lastimosamente, solo con títulos internacionales puedes ser del alto rendimiento”, precisa.

Mylena aclara que por sus logros, estuvo en el Plan de Alto Rendimiento (incentivos económicos) desde 2015 hasta la pandemia. Luego de eso todo se complicó. “Salieron muchos deportistas del plan, entre ellos yo. Luego la ayuda volvió, pero bajo otros parámetros medibles. Antes se metía a la gente por medallas y logros, pero después la Federación Ecuatoriana de Tenis de Mesa era la que pedía la permanencia del deportista y hasta donde sé en su momento la institución pidió solo a dos varones”, manifiesta.

La deportista, en una de sus fotos más recientes en Estados Unidos.Cortesía

Plaza no descarta ser entrenadora. Ha visto la actividad de algunos clubes en Estados Unidos, pero nada con el objetivo de hacerlo al nivel de como lo hacía en Ecuador. Mientras tanto, la donación de sus uniformes sigue su curso.

Resume que eran casi 130 equipos, de ellos unos 90 se entregaron en Babahoyo, otros fueron a Galápagos y, finalmente, unos cuantos a personas particulares también vinculadas al tenis de mesa.

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