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Maité Caicedo, un metro ochenta de puro oro
Maité caicedo tiene 13 años y es nuestra esperanza dorada en el Mundial de taekwondo en Bulgaria.
u mirada lo dice todo. Tiene el sueño de los grandes y su voz invoca a un futuro deportivo de gloria. Es Maité Denisse Caicedo Quiñónez, de apenas 13 años y con una estatura que intimida: 1,80 metros de puras ganas, alegría y amor por el taekwondo.
Ganadora de dos medallas de oro panamericanas en Costa Rica y una de las clasificadas al Mundial que se realizará en Bulgaria, a donde viajará el próximo 28 de julio, Maité es una mina de oro en el combate.
Habla pausado, pero espeso. Tiene el sueño clarito, nos hace recordar al bimedallista olímpico Jefferson Pérez en sus inicios. Tiene los mismos anhelos, su mirada de ‘ver más allá’, hacia un futuro de éxitos y, podemos decir, la misma calidad.
Escuchar sus ambiciones es visualizar que, en el futuro, una presea olímpica puede colgar de su cuello.
Es mediodía y estamos en La Troncal, provincia del Cañar. La noticia de que este sector tiene una mundialista se ha regado y todos aplauden a su heroína.
FELICIDAD
Nos apartamos del centro de La Troncal hasta llegar a la ciudadela José Dáger, una mezcla de la ciudad con la naturaleza. Maité vive allí con sus padres.
Se sorprende al ver al equipo de EXTRA, pero luego abre su corazón y dice que su carrera va en serio, que la meta está por venir en los próximos años.
Desde los 6 años practica taekwondo.Confiesa que sus inicios solo eran para tratar de defenderse, pero se dio cuenta de que podía ser una deportista élite cuando comenzó a competir y las medallas a nivel local y nacional empezaron a llenar las vitrinas de su casa.
“Me comenzó a gustar este deporte, pero a los 10 años me di cuenta de que esto era para mí. He ganado muchas medallas de oro y plata, en Colombia y ahora en Costa Rica, esto hizo que sea mi motivación”, expresa una emocionada Maité.
SUEÑO CUMPLIDO
Ya más cómodos, en su casa, la altísima deportista junto a la cual quedamos como ‘llaveros’, se confiesa coneste Diario.
En Costa Rica se sintió nerviosa, pensó que no iba a llegar al podio. Pero se calmó y comenzó a darle con todo.
“Fueron dos medallas de oro, no lo podía creer, ¡darle tremenda alegría a Ecuador! Cuando llegué el cariño de la gente de La Troncal fue inmenso, eso me motiva”, expresa la estudiante de sexto curso del Benjamín Sarmiento. Su ciudad se alegra aún, la recibió a lo grande.
NERVIOSA
Dice que lo único que la tiene nerviosa es que no viajará al Mundial con su entrenador, el cubano Jorge Luis Alberteris, pero que, del resto, se ha venido preparando al máximo. Será su primera salida a Europa. El sueño de traerse una presea está fijo en su mente.
Maité dice que nació para esto. Que el taekwondo le ha llenado sus 13 años de vida, pero que en realidad “el sueño grande” puede comenzar en Bulgaria.
A LO PÉREZ
Maité se conoce la historia de Jefferson Pérez y dice que es su motivación, que tienen similitud en sus historias de vida. Al igual que el marchista azuayo, ella sueña en poder traer una medalla de oro para Ecuador.
“Tengo fe que en Bulgaria puede pasar algo grande, pero mi sueño real es poder ganar una medalla de oro en Juegos Olímpicos, darle eso a mi La Troncal y Ecuador”, expresa Maité, a quien antes le gustaba el ballet y el básquet. Pero el taekwondo llegó a ella para quedarse.
También le gustaría estudiar idiomas, aunque quiere llevar esa profesión de la mano con su carrera deportiva.
Por ahora, Maité se queda en su casa, haciendo maletas pensando en Europa.Deberá viajar más de 20 horas para poner su nombre en la historia del deporte ecuatoriano.
Caldo de pata y una ayudita
EXTRA no llegó solo a la casa de Maité. Con un caldo de pata y un seco de pollo, la campeona panamericana recibió también a un ‘vecino’ suyo, el troncaleño Rómulo Alcívar, quien le dio una ayuda económica para su próximo reto deportivo.
La ayuda va desde pagar los gastos para los permisos de salida del país, debido a que es menor de edad, viáticos y el apoyo de logística dentro de su movilización antes de irse a Bulgaria.
“El hecho de sacar la bandera de La Troncal a nivel internacional es un orgullo para todos nosotros. En lo que está en nuestras manos, la vamos a apoyar. Vemos que hay talento y sueños de ganar.Dios permita verla en lo más alto del deporte mundial”, comentó Alcívar.
David Caicedo, padre de la taekwondista, siente felicidad al ver que su hija no se encamina sola, que recibe el apoyo, que tiene una carrera por delante con muchos sueños.
Y como buen atleta enfocada en lo que quiere, Maité dejó claro cuál es su camino. Primero agradeció la ayuda, esta y cualquier otra que aparezca. Y luego hizo una promesa, sencilla y contundente: todo ese cariño de los troncaleños y ecuatorianos se lo devolverá dejando hasta su última gota de esfuerzo en el tatami. Todo por el país.