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Romero nunca se fue de ‘quiños’ en los partidos, pese a su temperamento en la marca.Archivo

Luis Romero: “Nunca fui a marcar con mala intención”

El manabita se caracteriza por ser un zaguero ‘bravo’, es por eso que en los partidos no le huye a nadie. El técnico venezolano César Farías le pidió que no diera ‘pataditas’

A lo largo de su carrera (debutó en 2004), Luis Romero se ha ganado el título ‘bravo’. Es un defensa que va fuerte a la marca y no se achica ante nadie, sin embargo, el manabita asegura que nunca entró con mala intención y tampoco se fue de ‘quiños’.

Romero contó a EXTRA que los jugadores uruguayos, que pasaron por el torneo ecuatoriano, fueron los que más pelea le han dado, entre ellos los delanteros que militaron en Liga de Quito: Gastón Rodríguez (2018) y Rodrigo Aguirre (2019 y 2020). Su temperamento es solo para el campo de juego.

Además, reveló que el técnico de Aucas, César Farías, le pidió que no hiciera faltas en los partidos y comandara con su experiencia la defensa oriental. La temporada 2022 ha sido la más importante para Romero, debido a que ganó su primer título de campeón.

¿Se considera un defensa rajero?

No, para nada, nunca fui con mala intención a mis colegas. Desde que empecé a jugar mostré el carácter de ser un jugador que pelea todas las pelotas y creo que eso me ayudó en mi carrera. Marcar la diferencia me permitió jugar en grandes clubes. Siempre hice sentir mi rigor.

¿Alguien le enseñó a entrar fuerte a los rivales?

No, nunca nadie me dijo que jugara así. Nunca he tenido un técnico que me diga que vaya a pegar a los rivales, pero sí les gustaba que fuera con fuerza a la marca, que cuando sea de hacer una falta la haga. Solo me daban libertad para meter una patadita a veces.

¿Los uruguayos son ‘bravitos’?

A muchos jugadores les he dado duro que se han tenido que cambiar de posición, pero con el que siempre choqué fuerte fue con Gastón Rodríguez. Con él tenía algo personal porque en un partido entre Aucas y Liga de Quito (en 2018) me dijo unas cosas que no me gustaron. Me empezó a insultar, a sacarme en cara su sueldo, incluso en una jugada arrancó el pasto y me lo tiró y le dije que se lo iba a hacer comer. En la primera pelota que tocó lo tiré de cabeza, pero igualmente peleó todo el partido. El uruguayo es peleador por naturaleza, pero uno tampoco es caído de la mata.

Esta temporada, Luis Romero (d) consiguió su primer título en el fútbol ecuatoriano.Archivo

¿Hubo otro?

Con otro que chocaba fuerte era con Rodrigo Aguirre y aguantaba, no se quejaba de las patadas, más bien, en la siguiente jugada venía con más fuerza al choque, ya sabía que si venía blandito lo tiraba de cabeza. Ese uruguayo no se daba por vencido, cada vez que lo enfrenté peleó todas las pelotas y nunca se quejó con el árbitro. Los uruguayos son ‘bravitos’, pero acá se encontraron con alguien fuerte. Igual nunca tuve una pelea, todo queda en el campo de juego.

¿Se le pasó la mano con alguno?

No le voy a dar nombres porque son mis compañeros de profesión, pero sí me enteré de que más de uno no me quiso enfrentar porque les daba miedo que les pegara, sabían que si me enfrentaban iban a llevar su patadita (entre risas). Igual ellos sabían que no voy con mala intención, pero tenían claro que no los dejaría pasar fácilmente. Doy todo en cada partido.

¿El técnico César Farías sabía de su temperamento?

Antes del primer entrenamiento, César conocía a todos los jugadores, ya sabía lo que podía darle cada jugador dentro y fuera del campo de juego, estudió muy bien a todos. Él conocía que soy un defensa que va fuerte a la marca.

¿Le dio ‘licencia’ para pegar?

César es un técnico que trabaja mucho en lo grupal, por eso pidió que no hiciéramos faltas y no perdiéramos tiempo, el balón tenía que jugar rápido con nosotros. Me lo dijo en lo personal, que jugáramos sin faltas porque eso hacía que perdiéramos ritmo y le dábamos oportunidad para que el rival se vuelva a organizar.

¿Qué le pidió a usted?

Se enfocó en que mantengamos el arco en cero. A mí me pidió que sacara a relucir mi experiencia, que ayudara con mis conocimientos en la parte de atrás para mantener un orden. Como uno de los referentes tenía que hablar mucho y mantener atentos a mis compañeros. El profe nos decía que este equipo tenía buen potencial en el ataque, pero primero había que reforzar la defensa.

¿Farías cambió drásticamente el equipo?

Claro, se cambió mucho y hasta en lo psicológico, dio un giro total al equipo. Cuando llegó César nos estaban convirtiendo muchos goles, por eso que primero trabajó en reforzar la zaga. También unió más al grupo, es un técnico que te da la confianza para que te diviertas en la cancha, pero con responsabilidad. Eso fue fundamental para que el equipo levantara. A mitad de año (junio de 2022) tuve la oportunidad de salir del club, pero hablé con César y me dijo que me quedara porque íbamos a ser campeones, ya se notaba su convencimiento.

¿Este 2022 fue su mejor año?

Creo que cuando uno logra el objetivo se pone una calificación sobresaliente. En lo personal fue un año espectacular para mí. Por ahí tuve una lesión que no me dejó jugar en el final del torneo, pero alcancé mi primer título en el fútbol ecuatoriano, una estrella histórica para el club y para nosotros porque la conseguimos siendo invictos (22 juegos sin perder). Con César conseguimos todo lo lindo, pudimos alzar la copa.