En tan solo tres meses, Lucía Yépez dejó claro que es una de las mejores luchadoras a nivel mundial. La primera muestra la dio a inicios de agosto, en Tokio, cuando obtuvo el diploma olímpico en la categoría de 50 kilogramos. Una lesión no le permitió ser parte del repechaje en busca de la medalla.

“Tengo mucho futuro por delante, siempre represento al país con orgullo y amor”, analizaba en ese momento la tricolor, de 20 años. Y sus palabras se hicieron realidad en Serbia, donde tuvo revancha. Fue avanzando sin problemas en las rondas del Campeonato Mundial Sub-23 hasta llegar a la gran final.

Su rival fue la rusa Ekaterina Verbina, ante la cual Lucía demostró su técnica y fortaleza para imponerse por un contundente 4-0 y así quedarse con la presea de oro.

Con los brazos demostrando su musculatura y con una gran sonrisa, Yépez festejó esta histórica conquista, que la convierte en la primera ecuatoriana en ganar en un mundial.

En la ceremonia de premiación, la tricolor no dejó de mirar la presea dorada y su emoción llegó al punto más alto cuando escuchó las notas del Himno Nacional, que hizo que unas lágrimas caigan por sus mejillas.

UN CAMINO GLORIOSO

Lucía ya había conseguido una medalla de bronce en la categoría cadetes del Mundial disputado en Atenas (Grecia), en 2017. Desde ese momento su potencial fue creciendo hasta conseguir la clasificación a la cita olímpica en Tokio.

Su sueño es lograr una presea en París 2024, evento al que esperar llegar con madurez y como favorita. Para esto iniciará el camino en los Juegos Panamericanos Júnior que se desarrollarán en Cali (Colombia), desde el 25 de noviembre, y donde va como una de las principales cartas de la delegación tricolor.