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Leodán Chalá pasó por todas las categorías formativas de los puros criollos y ahora es el guardián del arco del equipo principal.CORTESÍA

Leodán Chalá y su revancha en El Nacional

El joven arquero es de los pocos jugadores con experiencia en la Serie A con los que cuenta el Bitri. Será el segundo capitán y lucirá el número 1.

La oportunidad de ser el titular en el arco de El Nacional le llegó en un momento difícil del club, la temporada pasada. Pese a ello, Leodán Chalá tuvo destacadas actuaciones con los puros criollos, pero no pudo evitar el descenso.

Ahora, el golero de 23 años es de los pocos jugadores con experiencia en la Serie A que tienen los militares para buscar el ascenso, debido a una sanción de la LigaPro que no le permite más fichajes, por problemas con el control financiero.

Este panorama no asusta al guardameta, que busca su revancha en el equipo de sus amores y ser parte del grupo que da la cara en la Serie B.

“ Si tomé la decisión de quedarme es por el gran cariño que le tengo al equipo y porque es un reto para la historia del club. Quiero darle el ascenso a la Serie A”, afirmó Chalá, quien lucirá el número uno en su camiseta y será el segundo capitán del Rojo, tras Ronal de Jesús.

El arquero detalló que El Nacional cuenta con un equipo casi nuevo, en comparación con el plantel del año anterior. En su mayoría, son jugadores que formaron parte de la reserva y de las categorías juveniles.

Como en su momento tuvo la guía de elementos de experiencia, Leodán ahora aconseja a los ‘pelados’ y les ayuda a controlar los nervios.

“Pese a que iniciamos la pretemporada en enero, llevamos solo un mes de trabajo con el nuevo equipo, por la sanción. Tenemos claro que debemos esforzarnos mucho más. La Serie B es complicada, pero somos optimistas de conseguir el ascenso”, añadió Chalá, quien está listo para debutar el jueves 18 de marzo ante el América, tras superar una fisura en la muñeca.

Leodán quiere seguir los pasos del guardameta Johvani Ibarra (quien fue campeón en cuatro ocasiones con el Rojo) y ser llamado a la Tricolor.

Cada logro en su carrera se lo dedica a su madre Marta Ayoví, a su esposa Sofía Mosquera y a su pequeña hija Emily. Está en permanente contacto con su hermano Aníbal, jugador del Dijon francés, de quien comentó que “es un ejemplo a seguir”. Ambos compartieron el proceso formativo en los puros criollos.