Exclusivo
Deportes
Jorge Andy es el 'novio del año'
El luchador, de 24 años, busca cómo manejar la ‘fama’ que adquirió tras casarse con la paraguaya Samira Lescano. Sus compañeros le realizan bromas y su técnico, al que califica como un padre, le ‘haló las orejas’.
Es el centro de atención en el gimnasio de lucha y también por los lugares que recorre en las instalaciones de la Concentración Deportiva de Pichincha. Jorge Andy trata de tomar con calma la atención que ha ganado tras su sorpresivo matrimonio con la deportista paraguaya Samira Lezcano, a pocos días de conocerse en los Juegos Sudamericanos.
Un poco tímido al inicio, confesó que le ha costado esta ‘fama’, pero justificó que lo hizo al encontrar al que calificó como “el amor de mi vida”. Mientras da detalles de su relación, el luchador tricolor se toca varias veces el anillo con el que selló su unión con la luchadora paraguaya.
“Ha sido complicado llegar a dar explicaciones. Todos sorprendidos por mi matrimonio. Estoy en el proceso de encontrar las palabras perfectas para que me entiendan”, contó el deportista.
Toma con tranquilidad los gritos de ‘viva el novio’ o cuando le dicen que es el ‘novio del año’, y poco a poco espera dar forma al lugar donde recibirá a Samira cuando llegue al país, a finales de año.
Pero lo que más le preocupaba a Andy era la reacción de su entrenador, Vinicio Zuleta. “Lo considero como mi padre. Está sorprendido que me casé. Es la única persona a la que quiero darle las explicaciones. Con su seriedad me dijo qué hiciste, me preguntó la razones. Seguimos en esos diálogos”, señaló Jorge.
El entrenador contó que lo primero que hizo al ver al luchador fue ‘halarle las orejas’. Resaltó que lo apoyará, pero que Andy debe tomar en cuenta que asumió una nueva responsabilidad que debe llevarla de la mano con su actividad en la lucha olímpica.
LOS RUMORES
Andy sonríe al recordar que tras su matrimonio no faltaron las especulaciones que tomó esa decisión porque su amada estaba embarazada o que iba a quedarse en Paraguay para representar a ese país.
Estos rumores los aclaró con Zuleta. “Le dije que me enamoré, fue un flechazo. Ella brillaba por encima de todas las mujeres”, aseguró. El deportista confesó que “me siento feliz, pero también tenso. Lo que se viene es fuerte. No a todos les agrada la idea”, pero que su nuevo estado civil es una motivación más en su carrera.
Con Samira, de 18 años, se han puesto como meta seguir con fuerza en la lucha con la mira en clasificar a los Juegos Olímpicos París 2024.
A la par de sus entrenamientos, Andy tiene un ingreso como instructor de un club de lucha de la Concentración Deportiva de Pichincha, entidad que además le brinda hospedaje y alimentación. Espera poder ser parte del Plan de Alto Rendimiento del Ministerio del Deporte y que empresas privadas lo auspicien y se sumen a su historia deportiva y de amor.