Joe Armas es el entrenador ecuatoriano de moda, a sus 27 años demostró, con el Imbabura, que está para cosas gigantes, tomó el equipo en segunda categoría, lo llevó a la serie B y ahora está listo para la A en el 2024.

Siempre fue atrevido, de pequeño le tocó dejar a su familia en San Miguel de los Bancos y viajar 94 kilómetros hasta llegar a Quito, donde probó suerte como jugador y luego como entrenador. Su excompañero José Francisco Cevallos, cuando estaba en Liga de Quito, lo recuerda: "Siempre fue un ganador, tenía esa valentía de enfrentar todo sin miedo, qué orgullo verlo convertido en un gran DT".

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Cuando tenía 16 años ya quería ser entrenador de fútbol, como estudiante no fue bueno, pero en el Instituto de la Federación Ecuatoriana de Fútbol fue muy aplicado, como entrenador tiene de referentes al alemán Jürgen Klopp y a Sixto Vizuete. Los conceptos de vida siempre los tuvo bien definidos sabiendo lo que quería.

EUROPA: "Siempre tuve el sueño de estudiar en tres países diferentes y lo logré (México, España y Holanda). Conseguí nuevamente los títulos de entrenador y masterados en director deportivo y mánager en fútbol".

ALBAÑIL Y MESERO: “Laboré de albañil y mesero en los períodos de vacaciones para obtener dinero. Todo esfuerzo era necesario para cumplir mis sueños”.

APRENDIÓ: "Todas fueron unas grandes experiencias. Estuve seis años en Europa y solo vine dos veces al país, que fueron momentos de mucha felicidad al poder ver a mi familia, pero de nostalgia cuando me tocaba volver a viajar”.

IMBABURA: "Estoy totalmente entregado al Imbabura. Confiaron en mí a pesar de ser joven, con trabajo es la mejor manera de agradecerle”.

MENOS EDAD QUE LOS JUGADORES: “Les digo que no me valoren por mi edad, sino por los conocimientos que les iba a transmitir. Al irnos conociendo se dieron cuenta que lo que buscamos es que mejoren como seres humanos y profesionales. Ese trato de respeto marcó la excelente relación que ahora tenemos”.

ÉXITO: "El crédito de lo conseguido con el Imbabura es de mi equipo de trabajo”, afirmó el entrenador. Contó que en los momentos difíciles recuerdan todos los sacrificios realizados para cumplir sus sueños, lo que les impulsa “a levantarnos para seguir adelante".

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