Pasaron 14 años para que Jefferson Montero regrese al frío de Quito. En el 2008 formó parte de Independiente del Valle, fue el inicio de su carrera. Y ahora, antes de que acabe este 2022 ya está entrenando con Aucas, para jugar LigaPro y Copa Libertadores en el 2023.

“Me han recibido como en casa, Aucas es una familia. Ahora solo queda trabajar y darle. Por el momento, lo haremos hasta fin de año”, expresa el ofensivo, que llegó al campeón del balompié ecuatoriano dejando de lado una oferta del fútbol peruano.

Montero dice que habló con la dirigencia y el entrenador César Farías, y el proyecto que le presentaron lo llenó de ilusión. “Es una alegría que el campeón se fije en mí. Jugar en Aucas es algo grande, debido a su hinchada, que está presente en todos los partidos”, comenta el jugador, que en 2022 estuvo en 9 de Octubre.

Sobre los retos que debe enfrentar en 2023, Montero anda como niño en Navidad: “Esta será mi segunda Copa Libertadores, es el torneo que cuando uno es pequeño sueña jugar. Y ahora volver a hacerlo me tiene motivado, es un regalo de Dios”.

El ofensivo tiene muchas expectativas con los orientales. Considera que el grupo de jugadores es muy bueno. “Sé lo que representa Aucas, tiene una hinchada gigante y eso es motivante”.

Además de volver a vivir en Quito, Montero se reencontró con Sixto Vizuete, que está en el cuerpo técnico de Farías y fue quien lo hizo debutar en el 2008 en la selección de Ecuador, con la que ganó la medalla de oro panamericana en Brasil.