Es uno de los jugadores que podrían haber aportado mucho a la Tricolor, pero cuando estaba en su mejor momento, decidió renunciar a ser considerado para la selección.

La verdad es que le hizo un desaire a su equipo, pero en el mundo del fútbol no hay secretos. Resulta que un directivo hizo todo lo posible para convencerlo de regresar.

Al principio, se especuló de todo: que el jugador tenía problemas legales que le impedían ingresar al país, que había sido demandado o que podría ser detenido. Hubo muchas lamentaciones, incluso se rumoró que no le habían pagado algunos premios.

Tanto fue el interés por contar con el jugador que se atrevieron a lo impensable. Hablaron con una familiar del futbolista para tratar de mediar y se llevaron una gran sorpresa.

“La verdad es que él antes era un poco inmaduro, y su pareja actual le dijo: ‘Es ella o la selección’”, con esta contundente declaración, se pensó que todo se resolvería con una simple conversación.

Un intermediario, un representante de jugadores con fama de arrogante, hizo todo lo posible por contactar a la mujer, pero fue en vano. Dicen que ella, al recibirlo, se mostró molesta y le pareció una locura lo que le proponían. Además, aseguró desconocer los motivos reales por los que el jugador no quería jugar en la Tri.

Al final, todos los intentos por persuadir al jugador fueron infructuosos. Con el paso del tiempo, un familiar confirmó lo que se sospechaba: el futbolista, para evitar problemas con su esposa, decidió rechazar la convocatoria de su selección. Y así, esta historia se convirtió en una leyenda urbana.

Parece ser que el amor hacia una persona puede ser más fuerte que el amor por la camiseta. En el mundo del fútbol, todo es posible.

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