La avenida Barcelona solo estaba con los miembros de la Policía Nacional, ATM y guardias de seguridad. Era la primera final de la LigaPro, pero debido a la pandemia del COVID 19 la gente no puede ir al estadio.

En otros tiempos habrían estado miles de personas fuera del estadio Monumental. Pero ayer ni parecía que se jugaría una final. Ni vendedores de camisetas, ni los de la guatita, ni los de las vuvuzelas... nadie. Nadie.

Sobre la desolada Av. del Barcelona, daba ganas de llorar al ver tanta soledad, pero por la salud de la gente, es mejor que todos se hayan quedado en casa.

PAYASO REZA

La previa de ayer fue distinta a todas. Y hubo quienes hicieron diferencia. Uno de ellos fue el payaso Trulito Show, con su chaleco de Barcelona y un crucifijo en mano. Quería darle buenas energías para el partido de ayer y, de enganche, para el del próximo martes.

Contó que ha estado en todas las Noches Amarillas y es un seguidor de la Sur Oscura, pero que esta vez por el COVID 19 no podía disfrutar del fútbol.

Se arrodilló y se mando una oración. En una mezcla de humor y seriedad, pidió: “Hay Santa Mona, que este año quedé campeón Barcelona. Hay Santo arbusto, dale sabiduría al técnico Bustos”. Y así siguió rimando por su Ídolo.

Al ver la calle solitaria, el payaso se puso triste: “Es horrible tener una final así, pero es por la salud de todos. Ojalá ya pase todo esto”.

Trulito Show en realidad se llama Roberto Carlos Vinces Consuegra y es un hincha amarillo de esos que se confiesan “enfermo”.

PAPÁ NOEL

Y hasta Papá Noel se hizo presente en el estadio Monumental. No dijo hincha de qué equipo era, solo llegó a desear suerte: “Jo, jo, jo, ya que no me dejan entrar, solo quería decirle a todos los ecuatorianos que aman el fútbol que se cuiden sobre toda las cosas”.

El viejo barbudo aseguró que “la próxima semana estaré en Quito con la gente de LigaPro para entregar el trofeo de campeón. Solo yo sé a quién le voy a dar el título, por ahora se los dejó en suspenso”.

Pero su alegría se esfumó cuando vio a la Policía Nacional. Salió corriendo y dijo que se iba porque “me van a pedir regalos y ya se me han terminado”.

RECUERDOS DE SU EXEQUIPO

Helmut Moeller, ex jugador del Barcelona y mundialista con la Tricolor en Canadá 1987, pasó por el sector y al ver al payaso Trulito se bajó a ver qué pasaba.

Para el golero, el volver a Guayaquil (él reside en Europa) es algo espectacular. “Es lindo estar en este estadio que me vio nacer, y vivir la final de mi Barcelona, espero que este año podamos ser campeones”, expresó Moeller.

Destacó que los arqueros Javier Burrai y Adrián Gabbarini son los mejores que han llegado a la final. “Son grandes goleros, pero me quedó con los achiques de Burrai”.

Sobre el jugar sin público la final, el golero expresó: “Es algo raro lo que ha pasado en todo el mundo, pido a Dios que esto pase y a todos que se cuiden”.

LOS GRANDES PERDEDORES

Un ambiente raro antes del partido, donde los grandes perdedores fueron los vendedores ambulantes, guardias de los carros, revendedores y gente que se gana un dinero en este clase de partidos que ahora están desde su casa.