Lo que me está pasando es de no creer. No sé qué mismo sucedió, pero el amor de mi vida, el hombre por quien aposté mi corazón, ahora es mi peor enemigo.

Todo comenzó cuando él era menor de edad. A mí me gustaba, era un chico humilde y sencillo. Quería ser jugador de fútbol. A los 17 años se fue a vivir conmigo. Todo era felicidad sin tener dinero.

Éramos una pareja feliz, él en sus entrenamientos y yo en mi trabajo. La verdad, no me da vergüenza, mi familia me decía que lo mantenía, pero en realidad no creo que era así. O capaz sí.

Él tenía el sueño de llegar a ser futbolista y ya había hecho las divisiones menores en uno de los equipos más famosos del Ecuador.

Me hice cargo de los gastos del hogar y él se iba a sus entrenamientos. Todo era perfecto para ser real.

Se convirtió en jugador y fueron dos años de una felicidad brutal. Teníamos carro y casa comprada a largo plazo.

Pero de un momento a otro todo cambió. Él me dejó, se fue con una chica, pensé que era algo pasajero, y ahora estamos en una lucha por la manutención de mis bebes.

De nada sirvió el apoyo, de nada valió mi esfuerzo. Sabía que su sueldo supuestamente era de $ 10.000 y cuando exigí la pensión alimenticia resulta que él no ganaba ese dinero, me sacó un contrato en el que apenas percibía el sueldo básico y el resto de esa plata no asoma. Dicen que son bonos por imagen y otras mentiras más.

No sé qué hacer, estamos en problemas, pero la vida sigue así.

Sé que todo se paga en esta vida, ahora nadie lo nombra en redes sociales ni en la radio, ni sale en televisión. Espero que le vaya bien y en la actualidad él se nos ha perdido de nuestra vista.