La mañana del 23 de abril de 2025, varias instituciones del Estado —entre ellas la Asamblea Nacional, la Contraloría, la Defensoría del Pueblo y el Ministerio del Trabajo— participaron en un megasimulacro para poner a prueba sus protocolos de respuesta ante amenazas múltiples.

Todo comenzó poco después de las 10:00, cuando se evacuó al personal de la Asamblea hacia la calle Piedrahíta, para luego trasladarlos al parque La Alameda, en el centro-norte de Quito. Mientras tanto, dentro del edificio legislativo se simuló una toma de rehenes. La escena incluyó humo, disparos simulados y la intervención de unidades élite de la Policía Nacional.

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Otra parte del ejercicio recreó la detonación de un artefacto explosivo, activando los protocolos de atención a heridos. Frente a la Asamblea, en las instalaciones de la Contraloría, la Policía también ejecutó una simulación ante una amenaza de bomba y secuestro. Las avenidas Seis de Diciembre y Juan Montalvo fueron cerradas al tráfico para facilitar el desarrollo de la actividad.

Según las autoridades, el objetivo del simulacro fue evaluar y fortalecer los planes de emergencia frente a desastres naturales o amenazas a la seguridad pública.

Balance del simulacro en Quito este 23 de abril

Luego del ejercicio, los representantes de las instituciones participantes evaluaron los resultados. El contralor Mauricio Torres destacó una mejora en los tiempos de evacuación respecto al simulacro de 2024. Además, recalcó la importancia de estar preparados ante las amenazas actuales.

La presidenta de la Asamblea, Viviana Veloz, también valoró la jornada, subrayando que estos ejercicios permiten medir la capacidad de reacción frente a ataques reales.

Una amenaza inesperada en el simulacro de la Asamblea Nacional

Lo que inició como un simulacro terminó con una situación real: una amenaza de bomba. El jefe de la Escolta Legislativa, Milton Montalvo, confirmó que se recibió una alerta sobre un posible artefacto explosivo en los alrededores de la Asamblea. Las unidades especializadas se movilizaron de inmediato y encontraron un paquete rojo sospechoso. Tras la intervención de los especialistas, se descartó cualquier riesgo, ya que resultó ser una falsa alarma.

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