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El primero equipo en abrir el marcado fue BarcelonaCarlos Klinger

Clásico del Astillero: Barcelona y Emelec suman 88 encuentros empatados, en su historia

Barcelona y Emelec jugaron hoy su clásico número 235. El marcador terminó 1 a 1

Ha sido un Clásico del Astillero, para despedirse de las posibilidades de ganar la etapa, el 1-1 elimina a Emelec y Barcelona de ganar la primera etapa de LigaPro.

Ha sido uno de los cumpleaños de Fundación más amargos del Emelec. Los 95 años vieron cómo un exjugador, Joao Rojas, les hizo la fiesta. Es que Joao fue Joao Rojas, salió a devorarse la cancha, como si estuviera dispuesto a devolver cada silbido, cada insulto y toda la algarabía que Emelec le había dado desde las gradas.

Y debía existir un ganador; el empate no bastaba después de que Aucas, Independiente, Liga de Quito y Católica habían ganado. El Clásico 234 fue un torbellino de emociones, desde lo emotivo, con el homenaje de la dirigencia de Emelec al fallecido jugador Dannes Coronel, hasta la expectativa por la llegada del entrenador Segundo Castillo, que es un crack de la sobriedad, la elegancia con su look.

Y Castillo, no vino a improvisar ni a hacer milagros; colocó en el campo a quienes creía capaces de ser Barcelona. En pocas horas infundió determinación en sus jugadores, o quizás estos decidieron darlo todo, una de dos. El Barcelona bajo su dirección no se parecía en nada al que enfrentó a Sao Paulo; era una versión completamente diferente.

Se juega el clásico astilleroCarlos Klinger

Castillo rescató a Pedro Pablo Perlaza del olvido, aquel que no había visto minutos ni con Diego López ni con Germán Corengia. Perlaza demostró su deseo de jugar y lo hizo de forma sobresaliente.

Y la mejor respuesta a los insultos de Joao Rojas llegó a los 11 minutos, con una carrera lo dejó en posición de gol. Pedro Ortiz no pudo detener el remate y Janner Corozo solo tuvo que empujarla, pero la intervención del VAR y de Augusto Aragón retrasaron el festejo hasta que el VAR dio el visto bueno.

Luego de esto, el cotejo continuó con intensidad, pero sin llegadas clara en cada uno de los pórticos.

El partido se convirtió en una encrucijada entre la gloria y el dolor de cabeza. Penal para Barcelona, la pelota en los pies de Allen Obando, todos esperaban que lo cobrara, pero el peligro de quemarlo era latente. El balón la tomó Damián Díaz y lo peor sucedió para los amarillos: lo falló. Al final, Obando incluso consoló al Kitu. Despojar a Obando de semejante responsabilidad en su debut en el Clásico fue una decisión acertada.

El Clásico estaba cargado de camaradería, con besos y abrazos antes de salir al campo, pero al término del primer tiempo, manotazos, deseos de pelear, aunque todo quedó en un mero intento, porque nadie llegó a las manos.

Y era Clásico, cualquier jugada podía terminar en gol, Jaime Ayovi en medio del área solito y gol, era el 1-1 que daba una alegría a medias, porque dejaban que los punteros se vayan solos.

El festejo de Ayoví traerá cola, porque la celebración de La Yoya fue señalando el bigote, como lo hizo en su epoca Joao Rojas cuando festejó un gol a favor de Emelec.

Quienes festejaron más el empate, fueron Aucas, Independiente, Liga de Quito y Católica.

Barcelona suma 15 puntos, con dos partidos menos, y el miércoles, en su fiesta de Fundación, se enfrentará a Universidad Católica, tercero en la tabla con 18 puntos. En cambio, Emelec está en apuros, con 17 unidades y todos los partidos jugados.

LA ALINEACIÓN DE LOS EQUIPOS

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