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Ella sabe muchos secretos.Extra

La columna de la 'ex': La audacia del capitán garañón

La historia de cuando un compañero futbolista trató de cruzarse en el camino amoroso de su pana de equipo 

"Mi primer amor fue un goleador, un goleador dentro y fuera, y de él tengo los mejores recuerdos. A mi hijo, gracias a Dios, nunca le dio por seguir el camino de su padre.

Pero esto del fútbol siempre me atrajo. Por esas cosas de la vida conocí a un chico divino, un verdadero amor, y nos enamoramos.

Comenzamos a vivir juntos y todo iba bien; para no alargarles el cuento, hasta ahora estamos bien, él se lleva bien con mi hijo.

El chisme, que por cierto en ese tiempo fue traumático, fue así: un día hicieron una comida en la casa de un compañero, yo fui con mi amor y el resto de jugadores llevaron a las novias y una que otra esposa.

Mi marido me presentó a su compadre, que además era el capitán del equipo y quien mandaba en el camerino. Todo iba bien, hasta que a media noche, el “capi”, con un trago encima, me dijo: “No sé por qué andas con mi compadre, yo te puedo dar mejor vida, yo gano más y tú me gustas, me encantas, siempre te he visto, solo basta que me digas sí”.

Aquella noche me traumé, no pensé que el compadre de mi marido eran tan “garañón”.

Yo le conté a mi esposo y recibí una respuesta que me enojó hasta el alma: “Tranquila, amor, mi compa es así, él sabe hacer esas bromas”.

Le aseguré que no era broma, el capitán del equipo me quería llevar ‘a su cancha’.

Una vez el “capitán garañón” me mandó un email, que por cierto lo guardé por muchos años, en el que me decía que se había hecho expulsar para quedarse en Guayaquil y no viajar, y que ese fin de semana me lo iba a dedicar a mí.

Siempre le dije no. Lo chistoso de todo esto fue que dos años después el muy infiel hizo una fiesta de aniversario de matrimonio con su esposa. Cosas de capitán..."