La voz de David de Jesús retumba. “Vamos, una serie más, si ustedes son guerreros, son campeones de la vida. Vamos una más, son los mejores”.

Quien habla es el entrenador de potencia y miembro de la Policía Nacional. Una música electrónica está de fondo.

En medio de tantos fierros y pesas están William Sacatoro, que se moviliza en su silla de ruedas; Marlon Isves y Rubbi Andrade, quienes usan prótesis, y Ángel Corozo, arquero de la selección de talla baja. A ellos se suman Ronald García y Steven Cruz.

Las motivaciones para entrenar sobran. Lo que algunos quizás consideran un problema físico, para ellos es su motor motivacional. Decirles cracks es poco.

EXTRA llegó hasta el gimnasio del estadio Modelo Alberto Spencer y encontró a los deportistas en plena rutina de entrenamiento del powerlifting, que es el levantamiento de potencia.

“Estos jóvenes no solo desean sobresalir, sino que quieren representar al país y anhelan darle medallas al Ecuador. Lo que hacen todos los días es un trabajo increíble y son fuente de motivación para muchos”, dice De Jesús, quien les dedica tres horas diarias a los entrenamientos, bajo la supervisión del Comité Paralímpico, la Policía Nacional y Fedeguayas.

La meta es que estos deportistas puedan participar en los Juegos Paralímpicos. Por ahora son campeones de la vida... pero ellos quieren más.

DEL MILAGRO DE ESTAR VIVO AL GIMNASIO

William Sacatoro es policía y en plena pandemia del COVID- 19, en el sector de Guaranda, sufrió un accidente de tránsito. Iba en su moto, pero en cuestión de segundos estaba debajo de un carro. Dice que está vivo de milagro. Su columna resultó afectada en la vértebra T12 y sus piernas nunca más le respondieron. Antes del percance practicaba atletismo y fútbol.

“Hago pesas por tres motivos: el primero es por mi salud, luego por mi autoestima y ahora mi meta es poder representar a Ecuador en este deporte”, expresa Sacatoro, quien por el momento levanta 80 kilos, pero va por más.

Afirma que el deporte ha sido una bendición de Dios y confiesa que físicamente comenzó muy débil y que ahora hasta está siendo un poco pepudo, debido a que tiene masa muscular. Él se ríe de esto último.

“Mi objetivo es representar a Ecuador. Además, quiero que mis padres, esposa e hija se sientan orgullosos. Sería fabuloso competir en las altas ligas, y ser el mejor”, manifiesta Sacatoro, mientras el sudor cae por sus mejillas. Está seguro de que la recompensa a todo su esfuerzo llegará. pronto.

CACHIPORRERA Y DEPORTISTA CON UN SUEÑO CLARO

Nació sin su extremidad inferior izquierda, pero eso no ha sido un impedimento para que Rubbi Andrade, de 15 años, sobresalga en todo lo que se ha trazado.

De padres ecuatorianos, ella nació en Italia, pero reside en Guayaquil. Ha sido cachiporrera del colegio Camilo Destruge, también ha estado en el reality Soy el mejor y ahora entrena en el levantamiento de pesas. Su meta es representar a Ecuador en un evento internacional.

Ha practicado natación, lanzamiento de disco, bala y ahora incursiona en las pesas, donde levanta 120 kilos. “Tengo planes y me gustaría representar a Ecuador por el mundo.Sé que es un camino duro, pero tenemos mucha fe”, dice Rubbi, quien anhela estar en los Juegos Paralímpicos del 2028.

Cindy Bermeo, su mamá, destaca las ganas que Rubbi le pone a todo. “Una vez me dijeron que de pequeña sería una cruz para la familia, pero siempre supe que ella es una bendición”, expresa una orgullosa madre, al tiempo que comenta que a los 11 meses la deportista ya tenía su primera prótesis y caminaba.

YA REPRESENTÓ AL PAÍS, PERO QUIERE DAR MÁS

El 9 de agosto del 2012 fue el día en que Marlon Isves volvió a vivir. Es policía y viajaba a Loja para la procesión de la Virgen del Cisne cuando el bus se volcó y terminó sin una de sus piernas.

En el 2018 comenzó a hacer deportes, debido a que apareció una hernia discal y era la mejor terapia para fortalecer su columna.

El levantamiento de potencia ha sido lo mejor que le pudo pasar en estos últimos años. En el 2019 representó a Ecuador en Perú y le fue bien en los Paralímpicos.

“Mi sueño es competir en el extranjero y ganar. Además quiero cantar el Himno Nacional en un evento gigante, hay que soñar en grande”, dice Marlon mientras sus ojos le brillan.

“Espero darle medallas a mi país y por eso entreno todos los días”, asegura.

EL ARQUERO QUE QUIERE ESTAR PEPUDO

Ángel Corozo es el arquero de la selección ecuatoriana de talla baja y es otro de los que ahora levanta pesas.

Entre bromas, dice: “creo que me estoy haciendo pepudo”. Pero en realidad lo que anhela es ser un deportista que pueda vestir de Tricolor en eventos en su categoría.

“El profesor De Jesús dice que voy bien, las pesas siempre me han gustado, pero no soy conformista; eso de defender a Ecuador en el fútbol sala ha sido único, pero quiero más, las pesas siempre me han atraído”, expresa Ángel, más conocido como El Comandante.

Sonríe cuando lo molestan que quiere estar “más pintero”. Él responde que los cuadritos que muestra Cristiano Ronaldo él también los tendrá. Y vuelve a reír.

“El deporte alimenta el alma y esto me ha servido mucho”, asegura Corozo, quien además ‘saca pica’ y dice de que desde que va al gimnasio las chicas lo miran más.