El sueño parecía inalcanzable. Primero pasaron 10 años de abandono de administración en administración, hasta que anunciaron un proyecto ambicioso que resultó ser una falsa alarma. Por falta de recursos, producto de la pandemia, se repetía la película, mientras asomaba un último intento que al final fue la vencida.

El emblemático estadio guayaquileño de béisbol Yeyo Úraga, que data de 1965, cuando fue inaugurado con motivo de los V Juegos Bolivarianos celebrados en la ciudad, presentó ayer por fin la tan ansiada ‘nueva cara’ que los amantes de la pelota chica reclamaban. EXTRA viene documentando esta historia de olvido desde hace tres años.

Con una inversión total de 147.404,77 dólares, la Federación Deportiva del Guayas entregó la obra de rehabilitación, que se cumplió en poco más de los 150 días planteados, luego de que este matutino hizo un sobrevuelo y demostró en marzo que no se había cumplido la promesa de la asociación provincial de este deporte, a la que fue cedido el escenario en comodato para su recuperación.

Los trabajos se efectuaron en varias etapas. Primero se replanteó y niveló la cancha, luego se hizo el desbroce, desbosque y limpieza. Posteriormente se rellenó la cancha y se la niveló hasta llegar a la altura de la calle (cuando llovía, la cancha se convertía en piscina), para así ubicar las tuberías de drenaje, labor previa a la implementación del nuevo sistema de riego automatizado, similar al del estadio Modelo Alberto Spencer. Finalmente se sembró el nuevo césped y se aplicó la arcilla roja.

Como parte del acto de entrega del ‘nuevo’ Yeyo se impuso la condecoración ‘Bate de Oro’ al excampeón sudamericano Eloy Guerrero. Y se anunció que las cabinas de radio del estadio llevarán el nombre de Frank Maridueña.

“El turno le correspondía al Yeyo Úraga, abandonado, sin uso, lleno de maleza e inundado cuando caían fuertes lluvias sobre Guayaquil, ya que el nivel de la calle estaba sobre el de la cancha, lo que la convertía en una piscina”, precisó Roberto Ibáñez, titular de la matriz provincial del deporte, quien acotó que el estadio servirá para el desarrollo y competencia del béisbol local, pues en 2025 Guayaquil será la sede de los Juegos Bolivarianos.

Sobre este último tema, Ibáñez denunció que está siendo separado del Comité Organizador de los Juegos. “La iniciativa nació en Fedeguayas, se constituyó en nuestra federación, con el apoyo del Ministerio del Deporte y de la Alcaldía de Guayaquil. Hoy, sin un solo recurso proyectado para los Bolivarianos 2025, ya hemos invertido casi $ 5 millones en restaurar escenarios”, explicó.