Esta temporada Gualaceo ha sido un hueso duro de roer para Barcelona. En abril el elenco azuayo derrotó 1-0 al Ídolo, en el estadio Monumental. La noche del domingo 3 de septiembre volvió a repetir la dosis, pero esta vez 2-1 y en condición de local.

La derrota sufrida en el estadio Jorge Andrade Cantos de Azogues ratificó el mal momento futbolístico de los amarillos, que ven de lejos sus aspiraciones de ganar la segunda etapa y quedar campeón de forma directa.

Pese a que para este duelo Barcelona fue más ofensivo que la fecha pasada ante Liga de Quito, los dirigidos por Jorge Célico nunca encontraron espacios para doblegar a Gualaceo.

La primera acción de peligro iba a llegar a los 9 minutos por intermedio de Gonzalo Alles, quien remató desviado en un mano a mano con Javier Burrai.

El Ídolo también tuvo su chance minutos después (14’), a través de John Jairo Cifuente quien de forma increíble no pudo rematar frente al arco.

Cuando el primer tiempo estaba por finalizar (40’) se dio un penal a favor del dueño de casa. Antes de la ejecución de Henry Patta se produjo un momento insólito, cuando el juez Roberto Sánchez expulsó a Fidel Martínez, debido a que el cuarto árbitro notificó que el atacante de Barcelona lo había impactado con una botella.

Pero tras varios minutos y una revisión en el VAR, en la que se vio que Fidel no tuvo intención de agredir al colegiado, el árbitro central mandó a llamar a Martínez, que ya estaba en el camerino, para anularle la roja.

Tras este momento, en el que se perdieron más de seis minutos, Patta venció al golero Burrai con un tiro cruzado.

Al término de la segunda el partido se puso emocionante, debido a que Cifuente puso el tanto del empate (89’), tras un remate desde fuera del área.

Pero la alegría de los visitantes no duró mucho, pues dos minutos después Diego Ávila puso la segunda para los dueños de casa.

Con este resultado Barcelona se quedó con 13 puntos, mientras que Gualaceo hizo 10.