“Pasó algo grave, algo increíble. En realidad, decir algo es meterme en problemas, hay que pasar la página”. Eso fue todo lo que dijo un jugador de Barcelona a EXTRA antes de cerrar la llamada con una frase lapidaria: “Disculpen, el camino de Diego (López) no lo quiero para mí”.

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Y es que Barcelona en un día pasó de una oración abrazados todos a terminar en un camerino donde todos se veían y nadie sabía qué había pasado. La derrota (2-0) ante el brasileño Sao Paulo, la noche del jueves por Copa Libertadores, hundió al equipo en una desazón y confusión total.

En medio de ese caos, la hinchada sacó a relucir, a la salida del estadio y luego por redes sociales, un nombre al que le dieron ‘harto palo’: Germán Corengia, director deportivo y quien fungió ese día como entrenador ante Sao Paulo.

Y es que a todos sorprendió que el DT interino sacara de la cancha a Joao Rojas, que hasta ese momento era lo mejorcito que tenían en ofensiva los amarillos. La reacción de coraje del jugador fue captada en video y la vio todo Sudamérica. Estaba inconforme con su salida y gritó de impotencia en la banca.

¿Pero por qué lo sacó? Corengia, que pese a las críticas seguirá como director deportivo del club, comentó: “Estaba chocando mucho y se estaba apagando. Cambiamos la forma de llegar en la velocidad de Adonis y Janner, pero no pudimos convertir”.

Al final, los más afectados por la pérdida fueron Rojas y Javier Burrai. Al golero, que ‘parpadeó’ en el segundo gol le tocó hablar luego del partido, y lo que menos deseaba era hacer eso. Solo dijo: “No hicimos un buen partido y ya está. Fue un partido malo, estamos golpeados, toca pensar en lo que viene”.

Pero para cerrar el debut y despedida como entrenador de Corengia, luego se mandó una terrible declaración, cuando mandó a sus dirigidos al horno al decir: “Vimos una semana de trabajo muy provechosa, sinceramente me sorprendió la manera en que salieron a jugar. Uno puede cometer errores, pero sinceramente el nivel de observación que tuvimos no era lo que estaba pactado”.

Ante esa mala experiencia ante Sao Paulo, para el Clásico del Astillero vuelve a escena Segundo Castillo, que como lo dice Iván Hurtado, “es un tapa hueco”, es decir, está en el momento que el barco se hunde.

Quien llega para apagar el incendio en Barcelona se llama Segundo Castillo, quien pensaba que no iba a dirigir el Clásico del Astillero e hizo un viaje fuera de la ciudad. De última hora le dijeron “no te demores, y escoge el traje que vas de titular”.

Lo bueno de Castillo es que tiene llegada al grupo de jugadores. El trabajo de Castillo ya lo sabe el grupo, pero la buena onda que transmite podría ser lo que salve a los amarillos del mal momento anímico. En Barcelona están con respirador artificial, apenas dos puntos de 9 posible en Copa Libertadores y en LigaPro no dependen de ellos.

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