Para los barcelonistas de más de 40 años, saben lo que fue Carlos Muñoz Martínez, el jugador amarillo que en los 90 se ganó el corazón de los hinchas, debido a su entrega, goles, pero sobre todo a la buena onda que era.

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Para los menos de 40 años, Carlos Muñoz es la general del estadio Monumental, y para los de mayor edad es quien sale festejando tres goles ante El Nacional en diciembre de 1993.

Carlitos Muñoz Vergara, es su hijo, vive en Nueva Jersey, y fue invitado junto a Julio Angulo y Lupo Quiñónez, a recibir como homenajea la camiseta actual con el apellido y número de cuando jugaba Carlos Muñoz y los otros crack´s en el ídolo.

Carlos, su hijo cuando iba creciendo comenzó a recibir al afecto que los hinchas le daban a su padre, Muñoz Vergara, nunca vio jugar a su padre, pero los vídeos de la época lo llevaron a conocer.

Siempre que se habla de Barcelona, se toca el tema de Carlos Muñoz. En la tarde amarilla, la camiseta actual con el número 7, estuvo en la cancha del estadio de Paterson. Carlos Jr, llegó con su madrecita Violeta hasta el centro de la cancha.

Pasan las horas y Muñoz Vergara, sigue escuchando en su mente, el cantar de los cerca de 8000 hinchas que estaban en el escenario, la mayoría igual que él nunca vieron jugar en vivo al Frentón, como se le decía.

Horas después el hijo habla desde Estados Unidos con EXTRA: “Orgulloso de todo, de tener mi mamá conmigo a recibir la camiseta con ella es algo inexplicable”, dice el hijo del ex jugador.

LA NÚMERO 7

Y confiesa que la número 7 del 2024, se quedó con su madrecita, él deberá de mandar a comprar una.

Carlos ya es padre y hace que su corazón siga hablando: “Sé que mi papá está feliz que Barcelona sigue recordando todo lo que hizo por el club”.

Lo que si lo deja siempre pensando el cariño y gratitud de los hinchas: “Yo me sigo sorprendiendo después 30 años mi papá sigue en la mentes de la hinchada y el club”.

“No tuve la chance de conocerla a mi papá, pero conocer a la gente, a la hinchada, es como conocer a mi papá” dice Muñoz con mucho sentimiento amarillo.

Cosas de la vida, en la ciudad que lo acogió a la familia de Muñoz, hasta una cancha de ese sector llegó una camiseta número 7.

No hay dudas que el fútbol tiene esas emociones que a veces no se entiende.

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