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Cuerpeo
El sexo virtual compite con cuerpeo 'face to face'
Cada vez más jóvenes participan en sexting, cibersexo y otras prácticas eróticas, debido a la gran influencia de la tecnología de estos tiempos
Los jóvenes de hoy se desenvuelven alrededor de una era digital de fácil acceso a todo tipo de información, incluida la del sexo. Por ende, están mucho más informados y a una edad mucho más temprana que antes. Es más, los ‘pelados’ tienen una mentalidad diferente a la de sus padres porque la tecnología ha cambiado la forma en que ven las relaciones, el sexo y la sexualidad. Y la pandemia del covid-19 ha ayudado a acrecentar estas prácticas.
Asimismo, es notoria la adherencia a dispositivos tecnológicos, Internet, redes sociales y aplicaciones que se vuelven primordiales.
“La propia aceleración de los tiempos ofrece hoy a los individuos nuevos espacios y, posiblemente, nuevas formas de dinámica social”, dice al respecto la psicóloga independiente Alicia Gilces de Vera.
Expuestos a diversos contenidos
Gilces se asombra porque los hijos están expuestas a más contenido sexualizado que cualquier otra generación. Además de Internet, también reciben educación sexual temprana a través de videos musicales, anuncios y programas. Incluso las redes sociales los exponen a más situaciones que no se veían antes.
“De hecho, las redes sociales se componen de mucho más que cachorros, videos de maquillaje y citas inspiradoras. Instagram, Twitter y Snapchat contienen bastante material sexualmente sugerente”, comenta.
Y esta exposición frecuente no viene sin consecuencias. “Ver material sexualmente explícito de forma regular puede conducir a un comportamiento y conversación más sexualizados”, menciona Daniel Palomeque Tung San, psicólogo de la Universidad Católica de Guayaquil.
Para ambos expertos consultados por EXTRA, es común que jóvenes y adultos utilicen este medio para despejar respecto al 'delicioso'. Sin embargo, al hacerlo, se pueden encontrar con diferentes tipos de información, pudiendo ser confiables que contengan datos ‘pepa’ o que no sea certera y provoque mayor confusión.
“Todos pueden ver pornografía, pero no se debería porque afecta la identidad sexual, la autoimagen y las relaciones interpersonales de los mismos”, sostiene Palomeque, quien cursa una maestría en Salud Sexual.
Riesgos
Además, a Gilces le preocupa que la mayoría de los “niños entre 10 y 15 años ya han visto contenidos pornográficos”, marcando estereotipos no reales, como “encuentros sexuales poco realistas y expectativas exageradas, que crean ideas mal infundadas de cómo actuar”.
“Es evidente que la Internet ha influido, sobre todo en 'millennials', que sí pueden diferenciar entre ficción y realidad, utilizándolo como una fuente más de erotismo. Pero no ocurre de la misma forma en todos los casos”, argumenta.
¡Internet te lo pone fácil!
Gilces, quien tiene cerca de 30 años ejerciendo la psicología, dice que hace años las citas entre adolescentes eran un ‘ritual’. “Hoy en día, utilizan aplicaciones, redes sociales y otras herramientas de Internet para conocer gente nueva”, compara.
Las fotos y videos sexuales y desnudos son la norma en muchos círculos sociales de adolescentes. De hecho, asume Gilces que estudiantes universitarios se ha involucrado en sexting antes de los 18 años. “Este tipo de actividad se considera pornografía infantil y puede conducir a serios problemas legales”, señala.
Pero el sexting puede resultar útil en la vida sexual adulta, ya que según Palomeque, expresa un juego de seducción entre dos individuos, quienes al momento de enviar y recibir imágenes, textos o videos eróticos estimulan su imaginación incrementando el deseo carnal.
Por otro lado, de acuerdo a una investigación realizada en la Universidad de Michigan, EEUU, el sexting se está convirtiendo en una parte habitual del cortejo. Sin embargo, existen diferentes riesgos al llevar a cabo esta práctica.
“Ahora todo es virtual: el amor a primera vista surge de una foto en Instagram, se tiene una primera conversación en WhatsApp y se establece vínculos por medio de un smartphone. Creo que el ‘face to face’ quedará en el pasado”, agrega Palomeque.
La manera en que se vive la sexualidad así como los relatos y sus contenidos también ha cambiado, generando conflictos como "desconfianza en las parejas a causa de un ‘me gusta’ en redes sociales”.
“Escuchar el ‘me dejo en visto’, significa hoy en día una discusión grave. Tan grave como encontrar en el historial de tu pareja pornografía”, finaliza Palomeque.