En la búsqueda de alimentos que fortalezcan los huesos, muchas personas recurren a los lácteos por su reconocido aporte de calcio. Sin embargo, existe una alternativa natural que aún es poco reconocida por muchos: la semilla de sésamo, también conocida como ajonjolí.

A pesar de su pequeño tamaño, esta semilla es una fuente poderosa de calcio, comparable con los lácteos en cuanto a su capacidad para promover la salud ósea. Este mineral esencial es crucial para la formación y mantenimiento de los huesos y dientes, además de prevenir enfermedades como la osteoporosis.

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Lo que hace aún más valiosa al ajonjolí es que, además de calcio, aporta otros minerales como fósforo, magnesio y zinc, que complementan la acción del calcio en el cuerpo. El fósforo trabaja en conjunto con el calcio para mantener la estructura ósea, mientras que el magnesio favorece la absorción de calcio al activar la vitamina D. Por su parte, el zinc juega un papel crucial en la regeneración y reparación ósea, ayudando al cuerpo a mantener la densidad ósea.

Además, el ajonjolí contiene antioxidantes como la sesamina y el tocopherol, que protegen las células óseas del daño causado por el envejecimiento y el estrés oxidativo. Los fitoestrógenos presentes en estas semillas también son beneficiosos para las personas mayores o en la menopausia, ayudando a mantener la densidad ósea.

Incluir el ajonjolí en la dieta es sencillo y versátil. Se puede añadir a ensaladas, sopas, batidos, panes, e incluso prepararlo en forma de tahini, una pasta saludable que se utiliza como base para salsas o hummus.

A pesar de sus amplios beneficios para la salud ósea, la semilla de sésamo sigue siendo una de las opciones menos conocidas, lo que presenta una oportunidad para quienes buscan alternativas saludables y naturales para fortalecer los huesos.

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