Exclusivo
Buena Vida
Ricardo Mórtola: “Aprendí de la mejor, mi mamá”
El hijo de Mariela Viteri y Ricardo Mórtola es un apasionado de la comunicación. Admirador del estilo de Jaime Bayly, se lanzó con un programa radial
Aunque en su familia sobresalen los políticos y comunicadores, a sus 20 años, Ricardo Mórtola Viteri quiere abrirse paso por sí solo sin llevar el peso de las figuras de sus padres: Mariela Viteri, expresentadora de TV, y del desaparecido arquitecto Ricardo Mórtola Di Puglia.
Ricky, como lo llama su círculo más cercano, se está preparando diariamente para convertiste en comunicador por la Universidad de Navarra, en Pamplona, España, donde reside. Cuando no toma clases está a cargo del programa Análisis en la radio de su mamá, donde realiza entrevistas de actualidad, sobre todo políticas.
Su seguridad y aplomo con que se desenvuelve dice que se los debe a la educación, disciplina y valores que les inculcó su madre tanto a él como a su hermana Mariela. De hecho, cataloga a la presentadora como una mamá de mano dura y corazón blando.
“Creo que esa educación es gran parte de lo que soy. Los hijos son el reflejo de sus padres y su forma de crianza me dio esa personalidad”, asegura, quien está próximo a graduarse.
Desde hace cuatro años vive lejos de su hogar lo que también le ha ayudado a sobrevivir por sí mismo. Ha aprendido a hacer sus cosas solo, aunque admite que sigue siendo mantenido de su mamá. Destaca que Mariela siempre fue muy austera con él, pero hizo bien.
“Soy muy de mamá. Tengo mamitis. Siempre estoy muy preocupado de ella y por eso hablo de sus novios. Estoy detrás para cuidarla”, admite el joven, quien relata que con su mamá hay cosas que no son negociables. Por ejemplo, la ocasión en que quiso abandonar la universidad por dedicarse a trabajar.
Un tema que le causa nostalgia es hablar de su padre, a quien perdió cuando era un niño y del que guarda los mejores recuerdos, aunque lamenta que el tiempo entre ambos haya sido muy corto.
Tu papá fue un reconocido arquitecto dentro y fuera del país, eres muy parecido a él físicamente. ¿Por qué decidiste seguir comunicación y no sus pasos?
La respuesta es simple, no tuve el tiempo suficiente para emular a mi papá. A mi tío Leonardo Viteri lo aprecio mucho y mucha gente me dice que tengo los mismos gestos de él, subconscientemente copio sus actitudes porque lo admiro, no tuve el suficiente tiempo con mi papá. Cuando una persona se va y lo digo con mucho dolor, lo olvidas como era, además de sus actitudes.
Te faltó tiempo.
Creo que esa pasión no afloró porque cuando mi papá murió era muy niño, tenía 13 años, no tuve el tiempo suficiente para emularlo, pero admiro la persona y el ser humano que fue. Tuvo bastantes errores en temas personales y matrimoniales, pero algo que le admiro a él es que sus errores nunca me los demostró.
¿Cómo fue tu papá contigo?, ¿cómo lo recuerdas?
Conmigo siempre fue una persona pulcra, más que decente y un padre a todo dar, nunca me mostró su lado malo, nunca vi algún exceso. Conmigo fue fenomenal, y eso es lo que me llevo. ¿Por qué voy a querer rebuscar lo que hacía cuando no estaba con él, o cómo fue en su matrimonio con mi mamá?, ¿para qué guardar ese rencor, si lo único que traerá es ponzoña a mi corazón?
¿Qué añoras del tiempo que pudieron disfrutar juntos?
Me acuerdo que íbamos todos los domingos al Capwell, que veíamos los partidos importantes en su casa, preparaba asados, pasta, compartíamos muchas comidas con él y dormíamos en su casa. Siempre, desde chiquitos, nos decía que estudiemos, y las entregas de libretas conmigo eran un oprobio porque mi hermana es la cerebrito, era una estudiante promedio, le caía bien a los profesores, pero en España no pasa eso.
Vives en Europa, pero sé que extrañas tu país.
En el tema de los estudios mi papá era intransigente, siempre nos inculcó a mi hermana y a mí que teníamos que salir del país. Mi hermana se siente cómoda en Europa. Yo, en cambio, me siento arraigado a Ecuador y de cierta manera quiero seguir con su legado, porque Radio Fuego es la base, la fuste de lo que ha creado mi mamá, también fue construido en parte por mi papá, quiero seguir con ese legado y siento el peso de esa responsabilidad.
Eso es lo que te lleva a ser comunicador.
Lo que me lleva a ser comunicador es haber pasado tanto tiempo junto a mi mamá y la pandemia fue el punto de quiebre. Cuando me fui a estudiar comunicación a España sabía que mi hermana no iba con esa profesión y me lancé. Estuve tres meses encerrado y le hablé a mi mamá de una idea que tuve de un programa, y me dijo: “el lunes sales al aire”. ¡No lo podía creer! No estaba preparado, qué miedo. Comencé a hacer entrevistas en la pandemia. Me inicié con ella, que para mí es la mejor. Me enseñó el manejo de las entrevistas.
Luego te fuiste de largo y desde entonces no has parado.
Pasaron los meses, y dije esto es. Mi mamá no deja hablar a nadie, es roba micrófono. Mi abuelo me dice que soy bueno conversando y es lo que me gusta. Eso es lo que hago en mis entrevistas.
Bayly y la política
Tu abuelo fue ministro de Salud y tu tío asambleísta. ¿Te lanzarías a la política?
No veo la política como algo que podría adoptar. A pesar de que la fama y el poder son una tentación muy grande quisiera saber con tranquilidad qué es lo que quiero y me conviene.
Admiras mucho al periodista Jaime Bayly. ¿Qué te atrae de él?
Admiro a Jaime Bayly, para mí es el mejor entrevistador de habla hispana. Está en un altar. Lo que me atrae de él es que cuenta la noticia, el éxito es que la coge, la interpreta y la conecta, da su opinión y te lanza una frase cómica y luego cuenta una anécdota familiar que tiene que ver con esa información. Sabe cómo narrarla. Me consideraría un periodista de opinión. También me gusta interpretar, me agrada que me pongan una información al frente y luego contarla para que alguien la capte mejor.
Personal
¿Cuántos cigarrillos fumas?
Cuando estoy feliz o cuando tengo una buena conversación suelo fumar, me apetece hacerlo, depende, entre 5 y 10.
Solo tomas ron con cola y harto hielo.
Cuba libre con harto limón. No me gusta nada más.
Te falta la barba y eres idéntico a tu papá.
No me crece, me pongo espuma y me rasuro con odio para que me salga y nada (risas).
Comes mucha pasta que prepara Rafaelle, el novio de tu mamá.
También me gusta mucho la carne roja, la de parrillada a término medio, la comida manabita, como el Pásame al otro lado, además del encebollado con pan y chifle.
Más de él
Guayaquileño, de 20 años.
Es el menor de dos hermanas. Lucía, la mayor, vive en Estados Unidos y es producto del primer compromiso de su papá.
Es hincha de Emelec.
Antes de que su padre falleciera se iban a ir al Mundial de Brasil. Tenían las entradas compradas para ver las fases donde jugaba Ecuador. Todo quedó truncado.
Su papá siempre le regalaba pasajes para que pudiera conocer otros países y culturas.