Uno de los presuntos implicados en la masacre ocurrida en una urbanización privada de Manta, que dejó cinco personas muertas y seis heridas, fue capturado por agentes de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased), gracias a labores de inteligencia y seguimiento.

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El sospechoso fue identificado como Yendry Adrián Macías Lino, quien fue localizado la noche del martes en el barrio Florestal #1, de la parroquia Eloy Alfaro.

Según el informe policial, Macías llegó hasta ese sector para refugiarse en la vivienda de su madre, pero durante el allanamiento intentó escapar por el techo. Finalmente fue hallado escondido en la bodega de una casa vecina.

De acuerdo con las primeras investigaciones, Yendry habría participado en la logística del ataque armado perpetrado el pasado domingo 21 de abril en una vivienda donde se desarrollaba una reunión familiar. Testigos señalaron que el sospechoso solía mantener encuentros con personas de “dudosa procedencia” en su domicilio ubicado en Urbirríos, uno de los sectores señalados por la Policía en el caso.

¿Cuál fue su rol en el ataque?

Entre los elementos claves en su contra, figura que presuntamente gestionó algunos de los vehículos usados en el crimen, incluyendo un automóvil Chevrolet Sail de color concho de vino, el cual fue utilizado por los sicarios para acceder al conjunto residencial.

El ciudadano fue procesado por el delito de asesinato, tipificado en el artículo 140 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), el cual sanciona con pena privativa de libertad de veintidós (22) a veintiséis (26) años a quien cause la muerte de otra persona bajo circunstancias agravantes, como cometer el crimen con alevosía, en concurso de dos o más personas, o con el uso de medios que pongan en peligro a otras personas.

Aunque Macías Lino no registra antecedentes penales, fue sometido a audiencia de flagrancia en la Unidad Judicial Penal de Manta. El juez dictó prisión preventiva y dispuso su traslado al Centro de Rehabilitación Social de Jipijapa, al sur de Manabí, mientras avanzan las investigaciones.

La masacre, que ha conmocionado al país, cobró la vida de cinco personas, incluida una niña de siete años. Las autoridades han señalado que el hecho estaría vinculado a una disputa entre organizaciones delictivas. Mientras tanto, las investigaciones continúan para dar con el paradero de los autores materiales del crimen y esclarecer completamente cómo se planificó y ejecutó el ataque.

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