No siempre hay un botiquín o un médico disponible a todas horas, incluso en este mundo moderno. La medicina convencional, los sabios consejos y los remedios caseros que comparten los abuelos continúan siendo tesoros atemporales.

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Desde reconfortantes tés de hierbas hasta ungüentos tradicionales, exploraremos el legado de la medicina casera transmitida de generación en generación, destacando cinco ‘remedios de la abuela’.

Un orzuelo representa la infección aguda de una glándula sebácea situada en el borde de los párpados. En este caso, basta con frotar un anillo de oro entre las palmas hasta que alcance una temperatura tibia y colocarlo sobre la ‘patada china’. El metal calentado contribuirá a aliviar el dolor y la hinchazón. Este remedio de la abuela tiene un fundamento sólido, ya que el tratamiento más común para los orzuelos implica la aplicación de calor en la zona afectada.

Por ‘boca abierta’ nos olvidamos del protector solar en la ‘yapla’, nos quemamos los dedos al sacar una bandeja del horno, o incluso una gota de aceite saltó de la sartén; todos nos hemos quemado levemente alguna vez. Para este mal, la mejor práctica es dejar que corra agua tibia sobre la quemadura durante unos minutos y luego cubrirla con un paño o compresa limpios y húmedos.

Causada por estrés, falta de sueño, ansiedad, así como el consumo de nicotina y alcohol, los dolores de cabeza resultan de la contracción de los vasos sanguíneos en la cabeza. La manzanilla, reconocida por sus propiedades antiinflamatorias y antiespasmódicas, destaca como la planta por excelencia para prevenir la migraña. Otras opciones beneficiosas incluyen la valeriana, el jengibre y la hierba de Santa María.

 ‘Molestoso y doloroso’ es como describen la mayoría de las personas a las picaduras de los zancudos o abejas. Para estos casos de picaduras de insectos en general, colocar rodajas de cebolla o patata cruda sobre la zona afectada puede ser beneficioso. En situaciones de alergia o malestar persistente, es crucial buscar atención médica de inmediato.

La menta es la ‘pinta’ para disminuir los espasmos, así como la diarrea y el dolor abdominal vinculado al síndrome del intestino irritable. La menta activa un canal antidolor en el colon, lo cual resulta en la reducción del dolor inflamatorio en el tracto digestivo.

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