Imagine que acaba de recibir su primera tarjeta de crédito, emocionado por los beneficios que le comentó un ‘pana’. Comienza a usarla para todo: cenas, ropa, vacaciones, y hasta para comprar legumbres. ¡Qué lamparoso! Todo parece perfecto hasta que llega el fin de mes y se enfrenta a una gran deuda con intereses acumulados.

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Muchos caen en la trampa de gastar más de lo que pueden pagar con sus tarjetas de crédito. La facilidad de hacer compras sin dinero en mano puede llevar a un gasto impulsivo.

Christian Idrovo, economista y consultor financiero, advierte que las tarjetas representan una gran tentación, especialmente para quienes no saben manejarlas. “Es una herramienta financiera que te brinda acceso rápido a dinero que no es tuyo, sino que está en el plástico”, explica.

Para usar el ‘tarjetazo’ de manera inteligente, Idrovo recomienda hacer compras moderadas, como víveres que puedas pagar al final del mes con tu salario. Evita realizar múltiples compras pequeñas o costosas que generen altos intereses. Además, sugiere no usar más del 30% de tus ingresos en la tarjeta para prevenir el sobreendeudamiento.

Aunque las tarjetas pueden ser una extensión útil de tus ingresos para quienes son disciplinados, también advierte que los programas de recompensas, como las millas para viajar, a menudo incentivan el consumo excesivo. “No soy muy fan de estos planes. Aunque las millas pueden ser útiles, no es gratis; debes gastar mucho antes de obtener ese viaje”, concluye.

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