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Familia
El 'pelado' mientras más juega, más sano
Jugar no solo implica diversión ni es pérdida de tiempo, al contrario es pedagógico y terapéutico. Le ayuda a los niños a entender límites, desarrollar destrezas y controlarse emocionalmente.
El tiempo del confinamiento por el coronavirus no solo lo afecta a usted, sus pequeños también se estresan, solo que ellos no cuentan con su mismo vocabulario, por ende, van a reflejar sus emociones mediante conductas, que pueden ser distintas según las tensiones familiares y la forma en la cual cada individuo vive el proceso.
“No es lo mismo para niños que tienen a uno de sus padres en aislamiento para evitar el contagio, o para aquellos, cuyos familiares cercanos han fallecido”, señala la psicóloga clínica, experta en temas infantiles, Yanira Ibarra, quien describe algunas de las conductas que los menores pueden manifestar: dificultad para dormir, comer o picar más de lo adecuado, irritabilidad, todo les molesta e incluso en los más chiquitos pueden presentar golpes, quieren estar más tiempo con sus cuidadores (exceso de atención) o regresiones (aquellos que dejaron el pañal, vuelven a él).
No solo el COVID-19 puede preocuparlos, a esto hay que sumarle la nueva modalidad escolar por causa del virus. Por eso es indispensable que ellos tengan un tiempo diario de juego, pues este les ayuda a aprender, desarrollar más habilidades motrices, intelectuales y a socializar, indica la psicóloga educativa y maestra, Génesis Crespín.
“Aconsejo el espacio de una hora diaria, que sean juegos que fomenten la creatividad, el trabajo en equipo y desarrolle las destrezas intelectuales. Los fines de semana se les puede dar una hora más y es bueno que se involucren los padres con los hijos, así mejora la convivencia”, sostiene la maestra.
Ojo con la violencia y los dispositivos
El juego violento es contraproducente y negativo para los hijos porque les afecta el carácter y les incentiva a la agresividad, arruina la empatía, dice Crespín.
El uso de las pantallas digitales debe de tener un rango de tiempo según las edades de los chicos, manifiesta Ibarra. “Recordemos que la American Academy of Pediatrics (Academia Estadounidense de Pediatría) recomienda que los niños menores de 2 años no pueden estar expuestos a dispositivos, a partir de esa edad lo sugerible es de 1 a 2 horas”.
EXTRATIPS
- Que los juegos sean según las edades. Menores de 5 años: Juego con legos, encajes, rompecabezas y lo que implique trabajos con su cuerpo por estar en la etapa de desarrollar su madurez motriz. A partir de los 6 años: Que mantenga los rompecabezas pero con más piezas. Que también realicen actividad física como juegos deportivos y actividades mentales como adivinanzas, trabalenguas. Pero lo mejor es el juego libre, en el que ellos pueden inventar nuevos juegos y reglas y a su vez asumen roles.
- Saque su niño interior. Usted y el resto de los miembros de su familia (incluso los adolescentes), pues jugar le hace bien a toda persona, pues hacerlo segrega la hormona de la felicidad, la endorfina. Hacerlo le ayudará a redescubrirse y conectarse con los demás.
- No le tenga miedo al aburrimiento. Esta es una buena oportunidad para permitirles ser creativos e imaginativos, además de permitir un autoconocimiento de sus habilidades y exploración emocional.
- Aproveche el juego para enseñar. Este es un momento para instruir reglas, normativas, para que los participantes apliquen la paciencia, el respeto de los turnos y demás enseñanzas.
- Que el niño juegue luego de su jornada escolar. Así no se distraerá de su responsabilidad primaria. En los niños es importante que usted establezca horarios.