Su padre aún llora cuando la escucha cantar. Para él, como para la excombatiente Oana Chelaru es un sueño cumplido haber grabado un disco, por eso las lágrimas son inevitables.

Esta es una faceta poco conocida de la rumana, de 23 años, quien hace un año conquistó los realities ecuatorianos con su belleza y destacada participación.

Tras competir en los programas Combate, Atrevidos y Soy el mejor, hace un año, Oana regresó a España, donde reside, y visitó constantemente su país, para reencontrarse con sus raíces, en el pueblo donde nació, y preparar su música.

Aunque para muchos es nuevo que Oana cante, para ella es simplemente explotar la herencia artística de su padre, un exintérprete de orquesta.

“A mí la música me mueve desde siempre, de hecho mi papá quiso enseñarme a tocar guitarra, pero de chiquita me asusté porque veía un instrumento muy grande”, narra entre risas la joven de ojos verdes.

A pesar de la emoción que le genera regresar a Ecuador para mostrarse como cantante, considera que en la música empezó un poco tarde. Le hubiese gustado comenzar cuando era una niña o adolescente, pero confiesa que su familia era muy humilde y no podía pagarle los estudios en esta carrera. Oana destaca esto porque asegura que muchas personas piensan que es aniñada, pero no, ella se crió en el campo; allá sus abuelos beben agua de pozo y se alimentan de los frutos de la agricultura.

“Volver a mi pueblo fue reconfortante, me di cuenta de lo mucho que he avanzado, y agradezco por eso... porque la fama si no la sabes controlar, te come”, reflexionó la artista urbana.

Es una ‘dura’

La primera canción que Oana promocionará, de diez que grabó en un estudio de Rumania, se llama ‘Duro’. Es un tema pegajoso con una pizca de ‘manele’, un ritmo de su país, que marca la diferencia de las canciones de moda.

El vídeo de esta melodía será grabado en una discoteca guayaquileña en los próximos días y la coreografía estará a cargo de Karen Montero, la bailarina ecuatoriana que ha participado en los clips de Maluma y Daddy Yankee.