Estudios científicos sobre el baile han demostrado que ‘menearse’ es más que un momento de desfogue y diversión, o incluso de puro arte escénico. En las investigaciones las psicóloga Sabine Koch, de la universidad Heidelberg (Alemania) descubrió que sesiones de baile de media hora eran suficientes para disminuir los síntomas de depresión y aumentar los niveles de vitalidad en los pacientes de un centro psiquiátrico.

Otro estudio de la universidad coreana de Wonkwang, no se limitó solo a los enfermos crónicos, sino a los adolescentes con tendencias depresivas comunes y halló que bailar reducía en ellos las reacciones de ansiedad y hostilidad.

Despierta los sentidos

La música es un estímulo externo que podría llevar nuestras emociones a la alegría, la euforia o la diversión, pero según el tipo de melodía que escuches, esta podría bajar nuestra energía y conducirla a la tristeza, melancolía y nostalgia, sostiene la psicóloga clínica Karina Vallejo.

La experta en salud mental considera que danzar 30 minutos antes del trabajo es bueno y mejora el rendimiento en la jornada laboral, el cuerpo se vuelve activo. 

“A medida que se mueve el cuerpo, lo mismo pasa con las emociones. Por eso todos los días hay que decidir qué emoción quiero mover. Por ejemplo, no solo escuches una canción que sea alegre, también busca una con contenido, con mensajes que edifican y enriquezcan”, recomienda la experta en salud mental.

Vallejo no solo recomienda darle gusto al cuerpo con el baile, asimismo aconseja oír música en el tiempo del teletrabajo. “Pueden ser canciones con volumen bajo, estas te pueden ayudar a sentir que el día no fue tan complicado o largo”, finaliza la especialista.

‘Camellar’ con música no es nuevo. Géneros, como el blues, se formaron en los campos de algodón en los cuales los esclavos labraban la tierra. Esta fue una manera de hacer más llevadera las actividades y las extensas jornadas.