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Día del Padre

La bailoterapia que realiza con los adultos mayores le llena de gran satisfacción, pues ellos se han vuelto su familia.cortesía

Mr. 'Cachuelo', un padre que se 'saca la madre' por su familia

José Tutivén es 'todólogo': vende y reparte agua, instala cámaras de seguridad, hace muebles, realiza fletes, da masajes y clases de bailoterapia. Todo por amor a los suyos.

Su esposa Tania Guerrero y sus cuatro hijos son el motor de José Tutivén, quien ‘camella’ de lunes a domingo, más de 12 horas al día.

El manabita, criado en Guayaquil, confiesa que sus padres le inculcaron el amor al trabajo, por eso no le ‘saca el cuerpo’ a nada.

José, de 45 años, estudió Cultura Física y tiene una certificación de auxiliar de enfermería, pero desde enero de 2020 está desempleado. Su último trabajo fue como tutor del programa ‘Mis mejores años’, en el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES).

Desde hace un año ‘cachuelea’ instalando y revisando cámaras de vigilancia.Carlos Klinger / EXTRA

Pero no se ha quedado cruzado de brazos ante la falta de oportunidades laborales, pues ha aprovechado una habilidad aprendida en el colegio, la electricidad. Asimismo, desempolvó conocimientos de carpintería, herencia de su padre Daniel Tutivén.

Actualmente instala cámaras de seguridad y cercos eléctricos; además de que fabrica, arma y tapiza muebles.

Da masajes relajantes con aceites esenciales.Carlos Klinger / EXTRA

Por sus carreras aprendió a dar masajes relajantes y trata las contracturas musculares a domicilio.

De igual manera, de vez en cuando lo contratan para que dé clases de bailoterapia, en parques o patios, arma grupitos y los pone ‘a mover el esqueleto’; y en sus dinámicas mezcla taichi, yoga y ejercicios con la fuerza del cuerpo.

Como necesita costear los gastos de la casa y los estudios de sus hijos Isaac (21 años), David (20), José Daniel (15) y Gabriel (14), ha tenido que buscar otras actividades para tener más ingresos. Por eso desde hace cuatro meses comercializa y reparte agua en su furgoneta; vehículo en el que comenzó a ofrecer servicio de taxi por medio de aplicaciones, y de repente le hace expreso a enfermeras de un hospital del noroeste porteño y los fines de semana realiza fletes turísticos a la playa.

Entre todos sus ‘cachuelos’ reune unos $ 600 mensuales y todavía mantiene la esperanza de conseguir un trabajo estable.

Sus hijos lo saludan como a él le gusta y como les ha enseñado, con un beso en la mejilla.Carlos Klinger / EXTRA

Un padre presente

Pese a que toda su vida ha trabajado duro, nunca descuidó a sus hijos, siempre estuvo presente en sus actividades escolares; no solo como espectador en sus exposiciones, olimpiadas y demás eventos, pues él y su esposa eran parte de las presentaciones.

“Una vez se disfrazaron de los Picapiedra. Él mismo hizo el carro de los personajes, fue increíble”, cuenta Isaac, el mayor de sus hijos.

José indica que su padre les ha enseñado a nunca rendirse. David quiere seguir sus pasos como trabajador y hombre de hogar. Y Gabriel afirma que su papá siempre les recuerda que todo lo pueden hacer con esfuerzo y que no hay nada más valioso que una familia unida.

José se conduce por la vida aprovechando las oportunidades que se le presentan y no le da chance a la vagancia ni a la queja; al contrario, cada día construye un legado importante que sus hijos seguirán.

Este superpapá da de beber al sediento: distribuye agua en su carro.Carlos Klinger / EXTRA

Trabajos anteriores: Se encargó de la limpieza del malecón Simón Bolívar, ha vendido celulares y postres, ha sido profesor de colegio. También estuvo en el negocio de la conservación de flores.