Qué molestoso resulta que la piel del codo, más gruesa pero también sensible, se oscurezca y se agriete. Aquí te compartimos cinco remedios para evitar lesiones y llagas en esta zona olvidada.

La hidratación adecuada, una alimentación rica en vitaminas, baños en agua no muy caliente, ropa de algodón y leche pueden ponerle fin a este problema, recomienda la dermatóloga Andrea Naula.

Según la experta, este problema se debe a varios factores: el roce con superficies muy duras, los productos de lavado de la ropa y problemas dérmicos como la psoriasis.

Sin embargo, para mitigar estas molestias, las soluciones son las mismas. “Considero que lo más importante es la hidratación, que debe ser interna y externa. A lo que me refiero con esto es que las personas deben beber, al menos, dos litros al día; pero también utilizar productos que le devuelvan la hidratación a la piel, como bálsamos y cremas”, describe.

Otro remedio eficaz es modificar la temperatura a la hora de ir a la ducha. El agua muy caliente puede causar una resequedad excesiva”, señala, debido a que provoca la dilatación capilar y elimina la grasa propia de piel.

Para devolverle su elasticidad e hidratación, sobre todo en esta área de difícil acceso, podemos empapar algodones o toallas pequeñas en leche fría. “Se deja actuar por cinco minutos y se enjuaga. Puedo repetirlo una vez por semana”, explica.

La comida

Una dieta rica en vitaminas, presentes especialmente en las frutas y vegetales, puede mitigar la piel seca.

Esto sobre todo cuando se consume alimentos cítricos como la naranja, la uvilla, el limón, la toronja, la mandarina y la lima. “La vitamina C es un hidratante natural, además ayuda a la reparación celular”, indica Naula.

Esto lo confirma la nutricionista Carla Galarza, quien resalta que un menú basado en tomate, aceite de oliva, carne y huevos puede hacer la diferencia en el bienestar de la piel. “También la zanahoria, que contiene betacaroteno, el cual elimina la flacidez y previene la resequedad y envejecimiento prematuro”, asegura.

Todos los alimentos anaranjados, como el mango y el durazno, tienen propiedades similares. La especialista recomienda comerlos frescos, unas tres porciones al día.

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