Se llama Mia. Es una herramienta de Inteligencia Artificial (IA) que se está probando en varios centros de salud de Reino Unido y que ha analizado cerca de 10.000 mamografías. De este conjunto, logró identificar pequeños signos de cáncer de seno en 11 mujeres que los médicos no habían detectado.

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La mayoría de pacientes no mostraban signos de cáncer, pero Mia logró de manera exitosa identificar las que sí los presentaban. Según una publicación de la BBC, "en sus etapas iniciales, los cánceres pueden ser extremadamente pequeños y difíciles de identificar".

De acuerdo a la publicación de la BBC, este medio pudo acceder y ver la herramienta en acción en el hospital Grampian, presenciando cómo unos tumores prácticamente invisibles al ojo humano eran señalados por la IA.

Bárbara fue una de las 11 pacientes cuyo cáncer fue identificado por Mia. Gracias a esto, su tumor -de apenas 6 mm- fue detectado de forma temprana, por lo que solo necesitó una operación y seis días de radioterapia.

Bárbara confesó que estaba feliz de que el tratamiento hubiese sido mucho menos invasivo que el de su hermana y su madre, quienes también fueron diagnosticadas con la enfermedad. Pacientes de cáncer con tumores menores a 15 mm en el momento del diagnóstico tienen una tasa del 90% de supervivencia durante los siguientes cinco años.

Inventos como Mia, tienen la capacidad de reducir el tiempo de espera de los resultados de 14 días a solo 3, de acuerdo con su desarrollador, la compañía Kheiron Medical. Sin esta herramienta, pacientes como Bárbara no hubiesen conocido de su cáncer hasta mucho tiempo después. 

La investigación también aclara que ninguno de los casos en el ensayo clínico fueron únicamente analizados por la IA, si no que cada uno fue revisado por varios médicos. De las 10.889 mujeres que participaron en el ensayo clínico, solo 81 no quisieron que la herramienta fuera utilizada para leer sus resultados, explicó el director del proyecto que llevó a cabo el ensayo, Gerald Lip, citado por la BBC en su artículo.

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Seis año tomó desarrollar a Mia, que funciona gracias a una enorme base de datos compuesta por la mamografías de millones de mujeres de todo el mundo, según lo ha explicado Sarah Kerruish, jefa de estrategia de Kheiron.

“Creo que lo más importante que hemos aprendido al desarrollar una herramienta de IA dedicada a temas de salud es que tiene que ser inclusiva desde el día uno”, explica Kerruish a la BBC.

Para empezar, Mia no tiene acceso al historial médico de los pacientes. Además, debido a la normativa sanitaria actual, el elemento de aprendizaje automático de la herramienta de IA estuvo desactivado durante el ensayo, por lo que no podía aprender mientras hacía su trabajo. 

Por otro lado, las pruebas de Mia son sólo un ensayo inicial, realizado en un solo lugar. Sin embargo, colectivos y organizaciones como el Colegio de Radiólogos de Reino Unido dicen que la tecnología de IA tiene potencial.

Se están llevando a cabo otros ensayos de IA relacionados con la atención sanitaria en todo Reino Unido, uno de estos es una herramienta que analiza muestras de sangre en busca de signos de sepsis antes de que aparezcan los síntomas. Sin embargo, muchos todavía se encuentran en las primeras etapas de desarrollo sin resultados publicados.

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