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Familia
Tu hijo es tu descendencia, no tu réplica
Está bien que de repente lo quieras vestir igual a ti o a tu pareja, otra cosa es querer que tu vástago sea tu mini-yo. Si lo haces exageradamente, busca ayuda.
No hay lío si un día vistes a tu hijo con la misma ‘pinta’ que su papá. La ropa y el peinado son igualitos. Es más, una imagen así hasta causa ternura, pero si la acción es una constante, podría tratarse de un problema que hay que atender.
Quieres hacerlo hincha de tu equipo sí o sí. La enseñanza de los deportes que practicas y tus gustos musicales entran en el deseo de hacer del ‘pelado’ tu réplica.
¿Las razones? Es cuestión de control o se quiere tener continuidad, indica la orientadora familiar Aída Nieto.
El psicólogo clínico José Mogrovejo dice que son algunos los motivos, lo más común es que sea un progenitor egocéntrico, con complejos de superioridad y quiere transmitir eso a su hijo, pero en el fondo hay algo de miedo.
Puede ocurrir que los padres tienen una buena relación, pero se separan por otros motivos que no son ‘pitos’, por necesidad. Ejemplo, migrar por asuntos económicos o uno de los padres muere. Ahí papá o mamá podría querer que su hijo sea igual al que no está, así lo recordaría, dice Mogrovejo.
“Un ejemplo es la comedia del Chavo del 8. Doña Florinda viste a Quico de marinero, en honor a su difunto esposo, marino”, señala el psicólogo.
Serias consecuencias
Los niños ‘réplica’ viven en función de lo que sus padres les ordenan: qué deben pensar, sentir y hacer. Hay un conflicto porque si una persona no sabe qué le gusta, no identifica sus emociones, no sabrá cómo actuar, asevera Nieto.
“No podría tener autonomía, sus relaciones afectivas serían complicadas y al tener estructuras impuestas, traería algún tipo de disfuncionalidad”, expresa la orientadora.
Perfiles: El hijo ‘réplica’
- El niño sería tímido e inseguro y no asume responsabilidades.
- Puede sentir tristeza o culpabilidad porque sus gustos no son del agrado de sus padres.
- A ratos sería exigente y controlador, teniendo problemas para relacionarse, pues imita las conductas de sus progenitores.
- Esperaría la aprobación de su padre y tendría lo que se conoce como falso orgullo por parecerse a sus padres.
El padre o madre ‘dictador (a)’
- Pueden tener ciertos rasgos de personalidad narcisista, egocéntrica y posesiva, por querer que todo, e incluso sus hijos sean como ellos quieren, pero detrás hay inseguridad.
- Por lo general, en su infancia fueron maltratados, descalificados o vivieron en hogares disfuncionales con un alto nivel de violencia o desequilibrio emocional.
EXTRAtips
1. Deja que hagan las cosas por sí mismos. De esta forma incentivas algo de autonomía en ellos.
2. Pregúntale al niño por qué le gusta algo. Indaga qué quiere, que no siempre le guste solo a ti, que él exprese su opinión y jamás lo castigues por tener una idea distinta a la tuya. No seas un padre dictador.
3. El extremo en el parecido lo despersonaliza. La afectación mental y emocional será destructiva completamente para la psiquis del chico.
4. Las terapias siempre vienen bien. Sean estas individuales o familiares. Los expertos en salud mental les ayudarán a hallar las herramientas para poder superar el problema de manera adecuada y sin lastimar la relación.
5. Que tu hijo imite tus valores no tu ‘pinta’. Eso es lo mejor que le puedes dejar: tus principios, esos los harán lucir mejor como ser humano.