La mamá es la responsable total de la imagen de su hijo. No solo te centres en la crianza, también debes estar pendiente de su corte de pelo, de que sus uñas y dientes estén limpios, ya que eso habla de ti.

Para tenerlo claro, el niño se convierte en tu representación. Imitan tus actitudes. Procura estar bien vestida y peinada siempre, educa con el ejemplo.

“Normalicemos también que en el cuidado del pequeño se debe involucrar el papá, porque es una enseñanza importante con la cual se fomentan virtudes en los niños, tales como la constancia, la fuerza de voluntad o el orden”, dice la psicóloga Cassandra Hidalgo. ¡Ojo! Tampoco caigas en los extremos. Ensuciarse y jugar en los charcos de agua también benefician al desarrollo del niño.

Hábitos

- Fomenta la higiene. Los baños deben ser diarios. Hay que eliminar los restos de sudor y suciedad.

- Cepillarse los dientes. Al menos dos veces al día. Al despertarse y antes de dormir.

- Lavarse las manos. Antes y después de comer. Es un hábito que debemos exigir.

- Utilizar ropa limpia. Es importante que la ropa interior y externa estén limpias, el sudor genera mal olor.

Las claves

1. Si estás pendiente de tu pelo y uñas deberías hacer lo mismo con tus pequeños. Recuerda que ellos aprenden a través de la imitación.

2. Habla con tu hijo, utiliza un vocabulario adecuado para su edad y dile lo importante que es la higiene e incluso previene enfermedades.