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Buena Vida
Frucco Tejada, el agente de la salsa
Empezó en orquestas. Fue hasta compañero de Sharon, La Hechicera. Ahora lanza una canción cuyo video lo hizo en Guayaquil...
Frucco Tejada es un hombre con swing. Todo en el músico está lleno de “sabor”, asegura. Su vida artística empezó en una orquesta. Incluso llegó a tocar con Sharon, La Hechicera, cuando solo era Edith Bermeo.
Sin embargo, el enemigo de la tristeza, como lo llaman sus colegas, hoy brilla en el escenario como solista. La salsa es su fuerte y exportar un producto de calidad su meta más grande. Siente que va por buen camino. Su último video, estrenado hace unas semanas, supera las mil reproducciones.
La producción de ese video, cuyo costo alcanza los 10 mil dólares, se realizó en su natal Guayaquil, pero se masterizó en Miami.
Además, algunos instrumentos fueron grabados en Panamá y Puerto Rico. Aun así, “tal como suena en el video, suena en vivo”, confirma el músico, que el próximo 12 de agosto cumplirá 55 años.
Cuando Frucco era un chiquillo tarareaba las canciones del colombiano Joe Arroyo, y desde esos días ya tenía la certeza de que el arte siempre estaría en su vida.
Con uniforme...
Pese a que le encanta la salsa, su subsistencia y la de su familia dependen de un trabajo más formal. Es así como durante los últimos 28 años el artista ha trabajado en la Comisión de Tránsito del Ecuador.
Por el momento está asignado en Santo Domingo y pasa sus días en la vía que une la capital con la provincia Tsáchila. Pero, cuando termina su turno, se quita el uniforme, se ‘encachina’ una ropa de moda, cadenas y aros de oro y vacila su pinta por las calles.
Frucco llama la atención. El acentito colombiano -producto de una ascendencia familiar- hace que seduzca al público arriba y abajo del escenario.
Cuenta que cuando era soltero, las chicas se le ‘empelotaban’ en el hotel. Sin embargo, ahora que es un hombre casado sabe cómo manejar la situación, y aunque piropea a sus fanáticas, jamás cruza la línea.
Esa rectitud también se mantiene cuando lleva el uniforme. Conoce la ley al derecho y al revés y pide a los conductores que se orillen cuando han cometido una infracción.
“Yo soy muy educado, nunca he dado motivos para que me falten el respeto. Aunque una vez en Guayaquil un hombre me atropelló, pero en realidad creo que no me vio".
Esa no fue la primera vez que Frucco se salvó de morir. En marzo de 2020, el salsero debió ser intubado tras contagiarse de coronavirus. “Creo que Dios tiene un propósito”, concluye.