Esteban Michelena pujó tanto la ficción para retratar a su querida Esmeraldas, que parió una realidad que ni él mismo esperaba. La novela ‘El pasado no perdona’ es la precuela ‘Atacames tonic’ (2002) y ‘No more tears’ (2018). Sangre, drogas, plomo y desigualdad, todo lo que los ecuatorianos nos servimos a diario.

Sí, la misma violencia que acorrala actualmente a esta provincia se desparrama por las 198 páginas de esta atrapante obra que fue presentada por su autor, la noche del jueves 16 de marzo, en la librería Española, en el Riocentro Ceibos, norte de Guayaquil.

De la mano de Daddy Negrazo, Chico Salvador y Asención Altman, Michelena (Quito, 1963), escritor y cronista, invita a leer- como cortos, pero ardientes tragos de puro- los capítulos de este “realismo trágico”, como él mismo describe a su relato que muestra el olvido del Estado y las distancias entre las élites.

De ese fango emergen los ‘rayados’ personajes, dos jóvenes que heredan el pasado más oscuro de sus padres y navegan entre el contrabando de licores hasta llegar al puerto de la droga que manejan los grandes carteles colombianos.

Con un lenguaje crudo y ‘hasta las mismas’, Michelena no se ahorra nada en el diccionario de insultos que maneja cada uno de los personajes, lo que pone a los lectores cara a cara con el sudor y la violencia que emana de sus poros. Intensa de principio a fin.

“En ‘El pasado no perdona’ está desarrollada la historia de los hijos de los pioneros de la trilogía. Me queda todavía carrete, ya se me han muerto literariamente algunos, pero creo que todavía los puedo sorprender”, advierte Michelena.