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Familia
Tu empatía ayuda a vencer los miedos de tu 'bendición'
No ignores ni rías de lo que siente tu hijo y no lo enfrentes ‘a las bravas’ con temores. Al contrario, sé su acompañante en el proceso de enfrentamiento y superación
Si su hijo tiene miedo a las sombras en la pared, a quedarse solo, a no rendir en su plantel, a los cambios en su aspecto físico y a otro tipo de manifestaciones, no se asuste.
Cierto pavor es necesario, pues este nos prepara para el mecanismo de defensa, pues es parte de la conservación de la vida ante una amenaza. Estos temores son comunes y evolutivos, algunos desaparecen conforme pasan los años; pero los excesos no son normales, afirman expertos.
La psicóloga clínica y orientadora familiar Miriam Florencia señala que existen miedos patógenos que propician una personalidad insegura, evitativa, dependiente, y afectan varias facetas de su vida. Allí es necesario que busque ayuda profesional.
“Hay quien ha estado en una empresa por años (su único trabajo), no se ha cambiado por miedo a la inseguridad laboral, nuevo ambiente. En ocasiones se piensa que son constantes, pero ese miedo no les brinda estabilidad emocional”, dice Florencia.
Su colega Toyi Espín aconseja ‘pararle bola’ a la salud emocional, porque se podrían desencadenar problemas de orden físico, que afectarían al organismo (gastritis, diarreas, etcétera) y de no atenderse a tiempo podrían traer consecuencias mayores como trastornos de personalidad y mental.
“Los extrovertidos darían más señales de alerta a los síntomas emocionales que presentan que los introvertidos, a quienes les es más difícil expresar sus sentimientos, tienden a guardárselos”, precisa Espín.
Ignorar, reprimir y transmitir
Bajo ninguna circunstancia se debe hacer caso omiso de los temores infantiles, pues estos nos indican que algo los está estresando.
“Un pequeño atemorizado intentará a toda costa acercarse más a sus padres. Nunca le diga a un niño que no debe temer porque es hombre, es una falsedad”, sostiene Florencia, quien aconseja evitar transmitir el miedo a los hijos. “Muchas veces se habla de los miedos delante de ellos, quienes lo absorben y lo empiezan a sentir”, finaliza la experta.