Exclusivo
Nutrición
Completa tu buena ‘jama’
Los suplementos no reemplazan a la alimentación, se los emplea cuando hay carencias de nutrientes. Su prescripción la deben hacer profesionales de la salud
¿Necesito suplementos? Es la pregunta más común que Mayumi Ruiz, licenciada en Nutrición y Dietética, oye en su consultorio.
“Como su nombre lo indica, los suplementos van a suplir las necesidades nutricionales que no han sido cubiertas por la alimentación y cuando necesitas un componente, dependiendo de la sustancia o deficiencia que tengas. Estos ingresan a tu organismo mediante compuestos ya creados, macronutrientes como grasas, proteínas, vitamina E, C, entre otros. Y los micronutrientes como zinc, selenio, cloruro de sodio, etc.”, manifiesta la experta.
Su colega Ricardo Zúñiga coincide y añade que estos pueden ser consumidos en diferentes momentos de la vida. “Por ejemplo, a un niño de tres años que es difícil para comer, porque no le gustan ciertas comidas, el pediatra le mandará un suplemento multivitamínico. O a una embarazada para evitar ciertas malformaciones congénitas se le prescribe tomar ácido fólico”, explica Zúñiga, quien hace hincapié en que los médicos y nutricionistas son los encargados de recomendarlos, porque su abuso puede traer complicaciones en su salud.
“La exageración de vitamina A trae vómito, mareos y diarrea, en algunos casos. El calcio puede causar piedras en riñones, vesícula. El suplemento de proteína puede producir problemas renales. Los riñones son los encargados de desechar el exceso de proteína, que es la urea”, dice Zúñiga.
La alternativa natural
Son los de tipo u origen natural, como la maca, la máchica, la moringa, el matcha, entre otros, señala Ruiz, quien enfatiza que todo exceso no es conveniente para la salud del organismo.