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¿Cómo ayudar a los niños a dejar las pantallas? Esto aconsejan docentes
Educadores califican a las pantallas electrónicas como una ‘droga’, puesto que generan dependencia a los aparatos electrónicos
En la actual era digital, las pantallas y los dispositivos electrónicos ‘zombifican’ a nuestros jóvenes. Llevarlos al mundo real a través del juego al aire libre y la interacción social se ha convertido en un antídoto, apuntan especialistas.
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En este contexto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emite recomendaciones claras: los ‘pelados’ menores de dos años no deben ser expuestos a la televisión ni a pantallas. Para los más grandecitos, entre los dos y cinco años, la OMS sugiere un máximo de una hora al día, enfatizando que “si es menos, mejor”.
Pero cifras alarmantes recopiladas por ese organismo exponen que 40 millones de niños menores de cinco años en el mundo sufren de sobrepeso a causa del sedentarismo que provocan ciertos factores como el exceso de pantallitas.
“Las pantallas son adictivas, como una droga. Estimulan zonas del cerebro que generan dependencia, por eso resulta tan difícil dejarlas”, explica Claudia Barahona, psicóloga clínica y educadora de párvulos.
La especialista recalca que la tecnología en sí no es mala. El problema radica en la falta de control por parte de los padres, quienes deben establecer límites claros en cuanto al tiempo que sus hijos pasan frente a los dispositivos electrónicos.
Barahona, quien imparte un curso a 31 estudiantes, ha observado que muchos de ellos presentan problemas de memoria, de atención y de concentración debido al exceso de estimulación externa que reciben a través de las pantallas. “No paran, no tienen un momento de calma. Solo se tranquilizan con un dispositivo electrónico”, lamenta.
Por tanto, la psicóloga anima a los padres a fomentar la creatividad y llevar a los niños a la playa, a pisar césped, a jugar con plastilina o a realizar otras actividades que los alejen, al menos por un rato, de los dispositivos electrónicos.
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Pasos para reducir las pantallas en los niños
- Ojo con la dosificación, pues establecer límites y horarios para que los niños utilicen las pantallitas es clave para que no se envicien.
- Fomentar el diálogo también es vital, explica la especialista Barahona. Una charla sin teléfonos, que comience con un ‘¿qué hiciste hoy?’ o un ‘¿cómo te fue en el día?’ podría ser suficiente para lograr mejorar la interacción social del infante.
- El ejemplo. Los padres deben ser un modelo a seguir para los niños, por lo que es importante que también limiten el tiempo que pasan frente a las pantallas, así como participar en actividades al aire libre y socializar con otras personas.
- La interacción social es fundamental para el desarrollo emocional y social de los niños. Jugar con otros niños enseña habilidades importantes como la cooperación, la empatía y la resolución de conflictos.
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