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Los precios de sus obras van desde 40 a mil dólares.Jaime Marín-Extra

Arte a punta de martillazos

Estos elementos parecen estar ‘adheridos’ a las manos de Guido Peralta, cincelador azuayo, con los cuales forma y plasma imágenes excepcionales

“Esta habilidad manual la aprendí cuando tenía ocho años, ayudaba en el taller de mi abuelo Honorato Peralta Piedra (fallecido)”, cuenta el artesano Guido Peralta Morales, quien fija su mirada sobre el diseño de unas figuras geométricas, dibujadas sobre una placa de plata. Aunque también puede trabajar en otros metales como oro, hierro, aluminio y cobre.

Don Guido explica que el proceso consiste en golpear con el martillo sobre la cabeza del cincel o el repujador, hay que hacerlo de manera firme, pero uniforme y sobre una mesa con base de brea.

Con los golpes y la cualidad maleable de la superficie de la mesa se producen los hundimientos e incisiones en el metal, los que se alternan en alto y bajo relieve para formar la imagen o la figura deseada.

La placa de metal no debe ser más de 0.8 milímetros de grueso. Sobre ella hace un dibujo o el diseño de algún paisaje, ave, flor o cualquier figura que nace de su imaginación.

La destreza, el ingenio y la experiencia son sus ‘compañeros’, los cuales le ayudan a plasmar líneas prolijas.

Trabajo en lápidas

Sus creaciones han sido colocadas como apliques en objetos de madera.Jaime Marín-Extra

Los compradores de sus obras en su mayoría son turistas extranjeros, quienes se han deslumbrado con paisajes de la Cuenca antigua, de la moderna, figuras incaicas, entre otros trabajos. También ha elaborado lápidas. Los costos de sus creaciones oscilan entre los 40, 100, 200 y hasta mil dólares, dependiendo del tamaño y la complejidad de la imagen.

Don Guido usa pocos elementos químicos para darle tonos a los metales, prefiere mantener el color natural de su materia prima. Considera al cobre un material noble, pero se ha convertido en un elemento costoso, casi como el oro, por lo que en los 10 últimos años sus obras las hace en hierro y plata.

Poeta y administrador bancario

“Soy también poeta”, asegura don Guido, mientras estaba en su mesa de trabajo, cobijado por las ramas de un viejo árbol de aguacate, acompañado del trino de un mirlo.

Muestra algunos poemarios, fotopoemas y producciones literarias de su autoría, otras de sus pasiones. Sin embargo, explica que el repujado y cincelado de metales es su fuente de ingresos.

En su juventud estudió en la Escuela de Bellas Artes, asimismo concluyó una Licenciatura en Administración Bancaria, pero más pudo su pasión por este arte que su profesión universitaria. 

Los ‘extraterrestres’ están presentes en su centro de arte.Jaime Marín-Extra

Su sitio ideal

La galería de don Guido está ubicada en las calles El Oro y El Batán, al suroeste de Cuenca. Ingresar a ella no tiene costo y dentro del sitio puede disfrutar de un café y humitas.

En las paredes del centro se exponen las obras del artista. De igual manera hay otros adornos exhibidos, como un cráneo humano rodeado de unos doce restos fósiles, hallados en las riberas del río Tomebamba, uno de los cuatro afluentes que cruza la ciudad de Cuenca.

Los restos serían de “extraterrestres”, opina el artista, sin embargo, no existen datos sobre estudios de los despojos, pero son muy llamativos. Unos permanecen en una urna de vidrio y otros a la intemperie.

Su galería es un lugar donde la creatividad tiene su espacio.Jaime Marín