Al ser muy rica en fibras, esta hortaliza ayuda a reducir la glucosa en la sangre, alivia la acidez estomacal, protege contra el estreñimiento y las diarreas.

Debido a su sabor exquisito, también ayuda a quien la consume a mantenerse saciado. Originaria del Mediterráneo, los griegos y romanos la consumían desde el siglo IV a. C. y la conservaban en miel o vinagre, sazonada con comino.

“Otro de sus beneficios es que protege al hígado de la cirrosis, hepatitis, insuficiencia hepática e intoxicaciones. Además, contribuye a mejorar la función biliar, regula el nivel de colesterol, disminuye la presión arterial, previene la arterioesclerosis. Favorece la eliminación de líquido y toxinas del cuerpo, como el ácido úrico”, explica la naturópata Mirella Benítez.

Si vas a hacer dieta, inclúyela en tu rutina alimenticia. Por sus propiedades nutricionales y por su bajo aporte calórico, favorece el tránsito intestinal. Aporta vitaminas A, B, B1, B6, C, E y minerales como el potasio, calcio, magnesio, fósforo, hierro y zinc.

Gracias a su buen sabor se la puede preparar de varias formas, como en ensaladas, sopas, hervida, en pastas, cremas o infusiones.

Es diurética. Retrasa el envejecimiento celular y de la piel. Su consumo reduce la glucosa, previene la obesidad y los problemas al corazón. Se la usa para promover la pérdida de peso. Ayuda a controlar el apetito y a eliminar el exceso de líquidos.

Se ha demostrado que el extracto de alcachofa es un excelente antiinflamatorio y antioxidante del organismo, lo que lo faculta como coadyuvante para el tratamiento de la obesidad, diabetes y otras enfermedades inflamatorias.

Consejos

-No está recomendado su uso para lactantes ni embarazadas.

-Debido a la falta de estudios de seguridad y eficacia, no es apta en menores de 12 años.

-Los pacientes con piedras en la vesícula biliar deberían pedir consejo médico antes de utilizar preparaciones medicinales obtenidas a partir de esta planta.

- Entre las reacciones adversas están las molestias gastrointestinales, que incluyen diarrea suave, acompañada de calambres abdominales, dolor en la parte superior del abdomen, náuseas y ardor de estómago. También puede provocar reacciones alérgicas.