En el día, el niño tose de vez en cuando, pero al acostarse lo hace con más frecuencia. Según la pediatra Melania Muñoz, al acostarse hay más congestión nasal porque se mueve menos el moco. Además, la postura seca más las vías respiratorias y la mucosidad, ante lo cual se produce mucha tos.

Pero, ¿por qué se produce?

“Por asma o alergias, infecciones respiratorias de vías altas, como rinitis, rinofaringitis, laringitis y resfriado”. Sin embargo, hay ciertas recomendaciones para evitar esta molestia. ¡Pon atención y toma nota!

Recomendaciones

1. Limpia su nariz. Utiliza solución salina para asearla. Un truco importante es que el infante beba mucha agua, ya que esto le va a ayudar a fluidificar el moco.

2. La posición para dormir. Si el niño está resfriado puede estar semisentado. Levanta la cabecera de la cama un poco o ponle almohadas en su espalda.

3. Alivia la sequedad de la garganta. Un estudio de la Universidad Norbert Wiener señala que la miel calma la tos seca. Dale una cucharadita a tu pequeño antes de dormir o cuando comience la tos. También puedes diluirla en un poco de leche tibia.

4. Evita la automedicación. Por lo general la tos nocturna en niños no requiere del uso de fármacos de ningún tipo. Para tu tranquilidad consulta con tu médico de cabecera.

5. Cuida el ambiente. El aire acondicionado y los ventiladores pueden secar el ambiente.

Puedes usar un humidificador en la noche para agregar humedad al aire en donde duerme el niño.

¡Importantísimo!

Los medicamentos para la tos y antigripales no se recomiendan en menores de 2 años. Y a partir de esta edad el especialista debe valorar si realmente es necesario medicarlo.

Cuándo ir al médico

- Si tiene tos perruna (tos seca).

- Si tiene fiebre más de dos días.

- Dificultad para respirar.