Exclusivo
Actualidad
¡No era un ladrón, sino su ex!
No entró a la casa de su anterior pareja para robar una licuadora como se dijo al principio, sino para atacarlos a ella y su nuevo conviviente.
La puerta estaba atrancada con un pesado sillón. Adentro del departamento, ubicado en San José de Monjas, todo era un caos.
Las manchas de sangre estaban impregnadas en las baldosas del inmueble y la ropa formaba montañas en cada rincón. De esa escena fueron testigos los uniformados cuando llegaron a ese sector en el centro de Quito, alertados por una vecina.
Ella se percató del reguero escarlata que había quedado en las gradas de la estructura, cuando una joven ensangrentada bajó a pedir ayuda para ella y su novio.
Minutos antes, la pareja había sido atacada por un hombre, quien según versión de los chicos intentó robarles una licuadora.
Cuando la Policía arribó al departamento, la puerta había sido bloqueada desde adentro. Temerosos, los enamorados retiraron el mueble e indicaron a los uniformados las heridas que tenían.
Una ambulancia trasladó a los afectados a una casa de salud del sector. Allí, las lesiones en sus piernas fueron suturadas.
Luego de varios minutos, la pareja fue dada de alta. En ese momento, la chica se atrevió a contarles lo que realmente sucedió. Su exconviviente, Luis Salambay, ingresó al inmueble y supuestamente los apuñaló.
Según la versión de la chica, el tipo cumplía una sentencia por intento de asesinato en la cárcel de Sucumbíos, pero lo liberaron con medidas sustitutivas (un brazalete electrónico).
La mañana del incidente, ella descansaba junto a su novio cuando Salambay entró a la residencia. Pese a que la mujer quiso detenerlo, el procesado la empujó y habría agredido a su nuevo amor. “Tuvimos miedo de que regrese, por eso nos encerramos y por vergüenza no le dijimos la verdad”, explicó la muchacha a la Policía.
En la plataforma digital de la Judicatura constan 15 antecedentes penales en contra del sospechoso. Entre los cargos están robo, lesiones y asesinato.
(AAM)