De nuevo, las decisiones del Gobierno Nacional les pasan factura a los vecinos y comerciantes del Centro Histórico de Quito. Las protestas se concentran allí.

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Este miércoles 12 de junio, la convocatoria del Frente Popular fue a las 16:00, pero desde el mediodía ya se restringió el paso de los peatones hacia la Plaza Grande, donde se encuentran el Palacio de Gobierno y el Palacio Municipal. “Solo si vive aquí, puede pasar”, decían los policías que custodiaban las vallas.

Poco a poco ese perímetro se fue quedando vacío, los visitantes y los vendedores informales se desplazaban hacia otras calles. “Con esto se busca prevenir afectaciones tanto a las personas que están en las calles como a las propiedades y bienes patrimoniales”, dijo Francisco Hernández, subjefe del Distrito de Policía Manuela Sáenz.

Las organizaciones sociales están en contra de la eliminación del subsidio a los combustibles, cuya decisión, ha dicho el Gobierno, que va porque va.

Los dueños de locales se enteraron unos ya cuando se estaban colocando las vallas y otros por el chat del barrio. La necesidad los obligó a abrir sus puertas. “Dependemos del negocio, no tenemos sueldos fijos. Nos toca a abrir todos los días”, dijo Álex Aymara.

El riesgo, el miércoles 12 de junio, era el de quedarse con los productos preparados. En el caso de Álex, la espumilla y otros postres típicos de Quito. “Esto es de siempre, estamos acostumbrados. Pero no debería ser así”, acotó.

Carla Paladines se enteró de los cierres al ver la colocación de las vallas. “Nos afecta porque no nos deja tener algún plan. De aquí ya no pasa nadie y no hay ventas”, dijo la dependiente de un local de ropa.

Al menos, están seguros de que tantos operativos no permitirán que sufran de actos vandálicos en sus negocios. “Desde hace tiempo se van (los manifestantes) para otros lados del centro. Ya no nos ha pasado nada”, dijo Lenin Alemán. “El personal se desplegó desde la caja del Seguro para custodiar a los manifestantes”, agregó Hernández.

Este jueves 13 de junio se tiene prevista otra marcha hacia el Centro Histórico, así como el 4 de julio, concentración convocada por la Unión Nacional de Educadores

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