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Familia
No trates de cambiar a tu pareja por alguna conducta, lleguen a acuerdos
Si no te cuadra algún hábito de tu conviviente, dialoguen; si no se entienden vayan a terapia. Nadie cambia a nadie, todo depende de la voluntad del otro
Consideras que tu pareja es impuntual, desordenada, celosa, le gusta andar en fachas; y le reclamas por estos comportamientos y lo primero que te dice el otro es: “Así soy yo, así me conociste”. En resumen… ¡te aguantas!
El fin de decir esta frase es justificar sus conductas frente a lo que la pareja pueda estar exigiendo, señala la psicoterapeuta Pamela Gómez, especialista en parejas.
“Me gustaría que pases más tiempo conmigo”. El otro responde: “sabías que me gusta hacer horas extra en el trabajo”. Y así en diversas situaciones que pueden llegar a conductas inapropiadas o dañinas para la relación.
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El psicólogo clínico David Jarrín indica que esta frase puede aparecer en los primeros meses de convivencia, en los que la pareja está en plena adaptación a hábitos, personalidades y demás características que vienen con cada sujeto.
En situaciones como estas hay falta de autoestima y egocentrismo. Este último, según Gómez, lleva a algunas personas a creer que porque han mantenido un patrón insano quiere decir que eso les pertenece y no es así.
“El ser humano tiene la capacidad de cambiar sus conductas hacia las más sanas, que le permitan convivir en comunidad de manera asertiva. Justificarse denota desconocimiento de sí mismo, falta de amor propio y heridas emocionales severas”, dice la experta.
Jarrín manifiesta que el proceso de adaptación se ve afectado porque uno de los convivientes o a ambos les cuesta diferenciar entre la vida de soltero y la transición a la convivencia; el cambio implica actividades, prioridades y más.
“Algunas personas sienten que los quieren cambiar en cuanto inician un matrimonio o unión de hecho y de no darse una introspección pueden darse discusiones, situaciones de violencia o separación”, dice el especialista.
- EXTRAtips
1. Dense un tiempo prudente. Esto es preventivo, así podrán conocer los comportamientos de la potencial pareja en las diversas áreas de su vida: familia, amigos, trabajo, manejo de la economía, éxito profesional.
2. Reconoce que te puedes visualizar con el otro. El mayor índice de divorcios o separaciones surge con la idea: “pensé que lo iba a cambiar” y no es así. Analiza si puedes construir con el otro pequeñas cosas en su vida, como un viaje, hasta grandes, como una familia.
3. Escúchense y logren acuerdos que los satisfaga. Cerrarse al diálogo y mantener una postura que a la larga hará infeliz a una o ambas partes causará con el tiempo problemas de fondo. Y si hay dificultades en la comunicación busquen asesoría profesional, un psicólogo/a puede ayudarles a entenderse y resolver la discrepancia.
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