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Vecinos de las víctimas observan con pesar el lugar donde se produjo el atentado. Aún se pueden ver manchas de sangre.Francisco Flores y cortesía

Tragedia durante un juego de cartas: cuatro baleados, dos fallecidos y el objetivo se salvó

Los criminales, presuntamente, buscaban a alias Chuleta, pero sus vecinos pagaron’ los platos rotos’

Alejandro Herejildo Grijalva Laje, de 73 años, solía llegar a su casa en la cooperativa Las Palmas, en el Guasmo sur de Guayaquil, a las 20:00. Guardaba su carro amarillo, su herramienta de trabajo, se bañaba, cenaba y salía a conversar y jugar naipes con sus amigos del barrio.

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La noche del sábado 13 de julio no fue la excepción. Sin embargo, tres individuos armados con pistolas irrumpieron en la tranquilidad del grupo de vecinos. El adulto mayor y otro vecino, Fausto Antonio Jaramillo Lamilla, de 47 años, fueron las principales víctimas. Ambos murieron a consecuencia de los disparos.

En el atentado también resultaron heridas otras dos personas, quienes se encuentran hospitalizadas y en estado crítico. Entre los heridos está el hijo de Fausto Antonio.

El teniente coronel Freddy Ávalos, jefe del distrito Sur, informó que las cuatro personas afectadas serían víctimas colaterales, ya que el presunto objetivo de los criminales escapó antes de que ellos llegaran. 

“Según los moradores, el objetivo era un sujeto conocido como Chuleta, quien vive en el mismo sector que las víctimas. La calle donde ocurrió el suceso tiene cerramientos en ambos lados, puestos por los habitantes. Al parecer, alguien dejó la puerta abierta o les permitió el acceso a los asesinos”, indicó el jefe policial.

En el lugar de los hechos, los policias recogieron 24 vainas percutidas y seis balas deformadas.

Otra fuente de la Policía dijo que en el sector están asentados miembros de Los Lagartos, por lo que se presume que los matones serían de la banda contraria: Mafia 18.

Una de las hijas del septuagenario fallecido revivió con pesar sus últimos momentos de vida. “Apenas escuché los disparos, corrí a ver qué pasaba. Traté de ayudar a mi papá, le di respiración, pero recibió tres disparos. Siempre que llegaba a casa, después de trabajar como taxista, se reunía con sus amigos. Mi padre era un hombre que no se metía con nadie”, expresó con tristeza.

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